Ser del palo

En Buenos Aires se usa para decir que alguien es de la misma onda, que comparte gustos, códigos o ideología con un grupo. Si sos del palo, encajás sin forzar nada y te sentís en casa con esa gente. No tiene nada que ver con un árbol, aunque a veces hay cada tronco que también parece del palo, hay que admitirlo.

"Posta que con la banda nueva me re llevo, son todos del palo, cero caretas y la misma data rockera que manejamos desde el barrio."

¡Qué giro, compadre!

Se suelta cuando pasa algo totalmente inesperado y la historia pega un volantazo digno de novela o serie turca. Es como decir que la trama se fue al carajo de un momento a otro, con mucho dramatismo y un poco de exageración porteña. Ideal para chusmerío, quilombos familiares o noticias que nadie veía venir.

"Estábamos en el asado tranqui, charlando boludeces, y de la nada mi ex cayó con el abogado y un test de ADN. Qué giro, compadre, casi se me atraganta el choripán."

Cafecito

Diminutivo muy porteño para invitar a tomar café, pero la gracia no es la bebida sino la charla. Un cafecito es excusa para ponerse al día, chusmear de todo un poco y arreglar el mundo en la mesa. Puede ser tierno, cómplice o medio conspirativo, y hay que admitir que tiene un encanto especial.

"Che, después del laburo caete a casa y nos tomamos un cafecito tranqui, chusmeamos de la oficina y te cuento el bardo que se armó con Marta y el jefe."

Mandarse una macana

Expresión bien porteña que significa mandarse una cagada, meter la pata feo o hacer algo bastante torpe. No es un errorcito inocente, suele ser una macana con consecuencias, aunque a veces se dice medio en chiste para bajar el drama. Es de esas frases que usás cuando ya sabés que la pifiaste y solo queda reírte un poco.

"Che boludo, me mandé una macana tremenda, borré sin querer el informe final y ahora el jefe me quiere hacer puré."

Subir pal piso

Expresión irónica que se usa cuando alguien se cae al suelo de forma aparatosa o ridícula. El chiste está en que en vez de decir que se cayó, se dice que subió al piso, como si fuera un ascenso glorioso. Es muy de reírse entre amigos después del porrazo, cuando ya se ve que nadie se lastimó en serio.

"Estaba en el boliche re manija, me quise hacer el piola con un paso de cumbia, me enganché el pie con el cable del parlante y subí pal piso delante de todo el mundo, alta vergüenza ajena."

Ñoqui

En Argentina se le dice ñoqui al empleado que aparece solo a cobrar el sueldo, o ni eso, pero figura en la nómina como si laburara. El chiste viene de los ñoquis del 29, que se comen todos los meses por costumbre y traen suerte, aunque muchos ni sepan bien por qué. Es medio insulto, pero muy usado.

"Mirá a ese ñoqui, cae una vez por mes, firma un par de papeles, se toma tres mates y se raja antes del mediodía como si fuera gerente general."

Estar en la rama

Se usa para decir que alguien está colgado, re distraído o con la cabeza en Saturno, como si estuviera subido a una rama mirando pajaritos mientras el resto vive en el mundo real. Es muy porteña, bien de charla de bar o de aula aburrida. Y hay que admitir que tiene una imagen bastante graciosa.

"Che, Juan, estás en la rama mal, te conté lo del quilombo en la oficina y vos ni registraste, parecés un koala después de tres mates de más."

Señorona

Forma medio irónica y cariñosa de hablar de una mina que se hace la importante, con mucha pose y aires de elegancia, aunque a veces no tenga con qué bancarla. Es como decirle doña fina pero con guiño porteño, un poco de burla y un poco de respeto, según el tono y la confianza.

"Mirá a la Graciela, baja del bondi como si fuera limusina, se acomoda el tapado del Once y saluda al del kiosco con cara de reina, toda una señorona del barrio."

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