Estar del orto

En Mendoza se dice estar del orto cuando alguien está de pésimo humor porque todo le salió mal en el día. Es como andar cruzado, con bronca y cero paciencia, medio que mejor ni hablarte. Se usa tanto por mala racha como por mal carácter momentáneo, y sí, suena bastante guarango pero tiene su encanto catártico.

"Hoy me levanté tarde, se me quemó el tostado, perdí el bondi y encima el jefe me retó delante de todos. Te juro que estoy del orto, el próximo que me hable lo mando a freír churros."

Caja de vino

Forma coloquial de hablar del vino barato que viene en envase Tetra Brik, el clásico aliado de las juntadas al aire libre, previas y asados improvisados. No es un vino fino ni de cata, pero salva la noche y el bolsillo. En Mendoza hace un poco de gracia, porque es tierra de buenos vinos y aun así la caja siempre aparece.

"Che, traete una caja de vino y unas empanadas frías, que con eso ya armamos la previa en la plaza y nos queda guita para el boliche después"

Ser un loco lindo

Se dice de alguien que está medio chiflado pero en el buen sentido, de esos que hacen pavadas todo el día y aun así caen re bien. Es como que viven en su propio mundo de arcoíris, vino y quilombo, pero nadie se enoja porque le ponen onda a todo. Y hay que admitir que esa gente siempre anima la juntada.

"No le des bola a Julio, es un loco lindo, ayer cayó a la juntada con una capa hecha de bolsas del súper y dijo que era el superhéroe del asado"

Tocayo solitario

Se usa para hablar del pobre tipo que cae a un cumple, asado o juntada y solo conoce al anfitrión. Anda medio colgado, dando vueltas con el vaso en la mano, tratando de enganchar charla con alguien para no quedar pintado al óleo. Todos fuimos un tocayo solitario alguna vez, y da ternura cuando se nota.

"Che, mirá al Diego, está re tocayo solitario ahí en la punta con el vaso vacío, voy a caerle con unos fernets y lo sumo a la mesa del truco así no se aburre."

cacharpazo

En Mendoza se usa para hablar de un laburo pesado que te cae de golpe, medio de sorpresa y casi nunca con buena onda. Es ese momento en que pensabas rajar temprano y de repente te encajan mil cosas juntas. No es solo mucho trabajo, también es el bajón anímico que trae. Y hay que admitir que la palabra suena bastante graciosa.

"Yo ya estaba con la campera puesta para irme y zas, la profe me clavó un cacharpazo de ejercicios extra y terminé saliendo del cole de noche como un alma en pena."

Vino en cartón

Se usa para hablar de algo baratelli y medio choto, que todos saben que no es de calidad top pero igual se consume porque salva la noche y el bolsillo. En Mendoza, donde el vino es religión, decir vino en cartón es casi un chiste interno. Es como admitir que bajaste la vara, pero con dignidad y mucha cara dura.

"Caí al cumple con vino en cartón y gaseosa de marca dudosa, pero los pibes igual brindaron felices mientras el DJ ponía cuarteto a todo lo que da."

Manducarse

Verbo que usan en Mendoza para hablar de comer con un hambre feroz, dándole duro al plato y sin dejar ni las migas. Suele aparecer cuando la comida es gratis o está tan rica que te olvidas de los modales. Es como decir que te devoraste todo con ganas, y la verdad es que suena bastante gracioso.

"Había choripanes gratis en la peña y me manduqué tres al hilo, el parrillero me miraba como pensando que no comía desde el 98."

Ponerse a dar cuerda

Se usa cuando alguien arranca a hablar y no para más, empieza a dar mil detalles, vueltas y explicaciones sobre un tema hasta volverlo eterno y medio plomazo. Es como cuando le das cuerda a un juguete y sigue y sigue. A veces hace gracia, pero otras dan ganas de tirarse por la ventana del bondi.

"Che, estábamos tomando unos mates tranqui y el Fede se puso a dar cuerda con la anécdota del ex, terminó hablando solo porque todos nos fuimos a comprar facturas."

Rancio

En Mendoza decir que alguien es rancio es tratarlo de amargo, aguafiestas o medio vinagre dentro del grupo. Es esa persona que siempre pone peros, nunca se copa del todo y corta el clima cuando todos están de buen humor. Como un vino que se quedó destapado demasiado tiempo y ya no levanta ni al más optimista.

"Che, el Nico está re rancio últimamente, todos armando asado con fernet y el loco cayó temprano, sin ganas y encima criticando la playlist."

Ser un lobo en la cosecha

Se usa en zonas de viñedos para hablar de alguien que rinde a lo bestia en la vendimia, que corta uva rapidísimo y casi ni se cansa. Es como decir que es una máquina trabajando en la cosecha, que no afloja nunca y siempre va a mil. Y la verdad, cuando te toca uno así en el equipo, se agradece un montón.

"Boludo, el Nacho es un lobo en la cosecha, mientras nosotros estamos pidiendo mate el tipo ya se bajó tres hileras de viña sin despeinarse"

Manducarse

En Mendoza se usa para decir que alguien se come algo con muchas ganas, disfrutando cada bocado y sin remordimientos. Es como entregarse al placer de la comida, ya sea un asado, unas tortitas raspadas o lo que pinte. Suena medio bruto, pero tiene ese toque cariñoso de gordito feliz que da ternura.

"Che, llegué muerto de laburar y me manduqué una bandeja de empanadas mendocinas yo solo, ni las olió el resto de la flia."

Colgado del aire

Se usa para hablar de alguien súper colgado, que vive en su nube personal y no se entera de nada de lo que pasa alrededor. Es ese que va caminando pensando en marcianos mientras todos discuten algo importante. No siempre es insulto, a veces se dice con cariño, pero igual da un poco de risa verlo tan perdido.

"Che, Nico vino a la juntada sin plata, sin celu y sin llaves, está más colgado del aire que antena de canal trucho en techo de chapa."

La recaída

En Mendoza se habla de la recaída cuando volvés a eso que juraste dejar y sabés que te hace como el orto, pero igual te tira más que la montaña. Puede ser una ex, un boliche, el fernet del finde o cualquier vicio medio tóxico. Todos dicen que es la última vez y todos sabemos que es puro cuento, pero bueno, quién se resiste.

"Yo re decidido a irme temprano, y a las cuatro de la mañana estaba otra vez en el mismo boliche, con el mismo fernet y la misma ex... alta recaída mendocina, papá."

Estás hecho un mostro

Se usa para decir que alguien es muy bueno en algo, que la rompe toda y deja a todo el mundo con la boca abierta. Es como llamarle genio, pero con sabor bien mendocino y un toque de exageración cariñosa. No hace falta ningún superhéroe cuando tenés a alguien así en tu equipo, posta que da gusto verlo.

"Che, con la guitarra estás hecho un mostro, anoche en el asado dejaste a todos mudos y hasta el vecino cortó el quilombo para escucharte desde la medianera."

Andar hecho una lámpara

Se usa para decir que alguien está pasadísimo de energía, re inquieto, como si lo hubieran enchufado directo al enchufe y no pudiera parar un segundo. Suele aparecer cuando alguien tomó demasiado café, está nervioso por algo o anda acelerado sin motivo claro. Es una forma medio graciosa de remarcar que la persona está a mil.

"Después de clavarse cuatro cafés y una gaseosa, el Nico andaba hecho una lámpara, caminaba por toda la casa hablando a los gritos y moviendo las manos como loco."

Callejero

Se usa para hablar de alguien que vive en la calle metafóricamente, que siempre anda dando vueltas por el barrio, charlando con todo el mundo y metido en mil planes. No es que sea vagabundo, es más bien sociable, fiestero y cero casero. El típico que conoce a medio mundo y siempre tiene algún chisme fresco que contar.

"Ese Facu es re callejero, loco, vas al centro un martes cualquiera y el tipo está tomando birra en la peatonal, saludando a medio Mendoza como si fuera concejal vitalicio."

Estar al plato

En Mendoza se dice estar al plato cuando alguien está listo para algo, bien preparado y con todas las pilas puestas. Es como decir que ya estás en el punto justo para arrancar, sin dudas ni vueltas raras. Suena a que ya nada te frena y que si no salen las cosas es porque los demás se colgaron, no vos.

"Che loco, apúrense con la birra y el fernet que yo ya estoy al plato para ir al asado y después caer al boliche de una"

Cacho

En Mendoza se usa cacho para hablar de algo muy grande, exagerado o que se fue al carajo en tamaño o intensidad. Puede ser un cacho de montaña, un cacho de hambre o un cacho de quilombo. Es como remarcar que algo no es normalito, sino que se pasó de rosca, y la verdad es que suena bastante pintoresco.

"Amigo, tengo un cacho de hambre que si me ponés un chivo entero a la parrilla me lo bajo solo antes que baje el Zonda del cerro"

Salado

En Mendoza se usa salado para decir que algo está muy difícil, intenso o complicado, de esos momentos que te dejan medio paspado y sin ganas de nada. También se aplica a la gente que vive de una mala en otra, como si tuvieran una nube negra encima. Es medio dramático, pero hay que admitir que tiene su gracia cuando se usa bien.

"Che, el examen estuvo re salado, parecía escrito por el demonio. Encima se me pinchó la bici antes de llegar y después perdí la SUBE, estoy más salado que paquete de maní en cancha de fútbol."

Estar a full tanque

Expresión mendocina para decir que estás con toda la energía, motivado y listo para lo que venga, como un auto recién salido del taller con el tanque lleno y las cubiertas nuevas. Se usa cuando andás a mil, con pilas de sobra y cero ganas de frenar. Es bastante exagerada, pero justo por eso tiene su gracia y se pega fácil.

"Anoche me clavé una milanga gigante, dormí como tronco y hoy estoy a full tanque para subir el cerro, ir al laburo y después caer a la juntada con los pibes sin bajar un cambio"

Zarpado

En Mendoza se usa zarpado para decir que algo o alguien se fue al carajo en intensidad, tamaño o locura. Puede ser para bien o para mal, según cómo lo digas. Puede ser un asado gigante, un precio ridículo o un chisme tremendo. Es como decir que se pasaron de rosca, pero con más onda y un poco más de drama.

"Amigo, el asado de Juan estuvo re zarpado, había tanta carne que hasta el perro del vecino salió a aplaudir con la cola y casi terminamos rodando por la vereda de lo llenos que quedamos"

Hacerse el santo

Se usa cuando alguien se hace el inocente, el buenito o el que nunca rompe un plato, pero todos saben que es más pícaro que nadie. Es como decir que está actuando para quedar bien y zafar de la culpa. Bien mendocina la cosa, y hay que admitir que a veces da risa ver cómo se hacen los santos.

"No te hagas el santo, Juancito, si vos fuiste el que se bajó todas las empanadas y encima le echaste la culpa al perro en la última juntada."

Andar a full vapor

Frase que se usa cuando alguien está a mil, metiéndole toda la energía y sin levantar el pie del acelerador, como locomotora vieja pero bien aceitada. Sirve para decir que estás rindiendo a tope, hiperactivo o encarando mil cosas a la vez. Es muy de cuando te cebaste de café, mate o pura adrenalina, y aun así seguís firme.

"Desde las siete ando a full vapor, ya hice trámites, laburé remoto, fui al súper y todavía me queda resto para bancarme el quilombo del centro mendocino a la hora pico"

Morfarse un chori

Expresión bien menduca para decir que te comés un choripán con ganas, sin vergüenza y con toda la felicidad del mundo. No es solo comer, es homenajear al chori del asado, meterle diente mientras charlás con la barra y se arma la ronda de anécdotas. Y seamos sinceros, un buen chori bien morfado te arregla el día.

"Cayó el finde, prendimos el fueguito en el patio y antes de que saliera el asado ya me había morfado un chori con chimichurri, otro con salsa criolla y todavía tenía ganas de seguir picando como si nada."

Gorra

En Mendoza, cuando alguien se aprovecha de una situación sin hacer nada, le decimos que es 'gorra'. Es como el primo lejano del 'piola', pero con menos habilidades sociales.

"Juan vino a la fiesta y se dedicó a beber gratis toda la noche. ¡Qué gorra!"

Teoría del tonel

Expresión mendocina medio poética medio en joda para hablar del cuento exagerado que se manda alguien cuando el vino ya va por la mitad. De golpe su vida es una saga épica, todo es hazaña, todo es drama y gloria. Básicamente es cuando el tinto le suelta la lengua y la imaginación, y hay que admitir que suele ser muy divertido.

"Estábamos en la juntada tranqui y el Guille, con dos vasos de malbec encima, arrancó con la teoría del tonel de cómo casi se hace amigo de un ovni en Uspallata"

¡Qué onda!

Es una forma casual de decir '¿Cómo estás?' o '¿Qué tal?', utilizada para saludar y saber qué está pasando con alguien.

"Che, ¡qué onda! Hace rato que no te veo. ¿Todo bien, loco?"

Loli

En Mendoza se le dice loli al bolígrafo, la birome de toda la vida. Es esa cosa que nunca aparece cuando tenés que anotar algo urgente, tipo quién pone la carne, quién trae el vino o cuánto deben los colgados del asado. Es una palabra tierna para un objeto que siempre se pierde, lo cual tiene su gracia.

"Che loco, ¿alguien vio mi loli? Tengo que anotar quién pone la carne, quién trae el fernet y quién viene de caradura sin poner un mango."

Estar como nalga de billar

Se usa para decir que alguien está impecable, arreglado al detalle y tan prolijo que casi refleja la luz. La idea es que está tan bien vestido y presentable que parece recién lustrado, como una bola de billar. Es una expresión bien gráfica, medio pícara y muy usada cuando alguien se puso toda la facha para salir.

"Boludo, viste a la Gabi en el cumple de la Vale, estaba como nalga de billar con ese vestido rojo y los tacos, todos quedamos re duros mirándola."

Estar al maíz

Expresión mendocina para decir que alguien está re colgado, en la luna total, que no se entera de nada de lo que pasa alrededor. Es como si su cabeza estuviera paseando por un campo de maíz mientras el resto está prestando atención. Suena tierna, pero también es un toque de atención con bastante onda.

"Juan, despertá hermano, estás al maíz mal, el profe ya te preguntó tres veces y vos mirando por la ventana pensando en los sanguchitos del recreo."

Estar enamorado como perro de asado

Frase bien mendocina para decir que alguien está perdidísimo de amor, re contra enganchado, sin salvación posible. La comparación es con un perro cuando siente el olor del asado y se vuelve loco, no piensa en otra cosa. Es un amor intenso, medio obsesivo, pegote, pero también tierno. Y hay que admitir que la imagen es gloriosa.

"Desde que la conoció en la peña, el Nico está enamorado como perro de asado, cae todos los días a la facu con flores y hasta se banca el bondi lleno solo para verla cinco minutos."

Ir al trote

En Mendoza se usa ir al trote para decir que alguien se va rápido, medio apurado, como caminando ligero casi a las corridas. No siempre es una urgencia mortal, pero sí que vas con ritmo porque llegás tarde o no querés perder algo. Es como admitir que vas a mil, aunque después termines clavado haciendo fila igual.

"Che, me voy al trote a la facu porque si llego un minuto tarde el profe botón me cierra la puerta en la cara."

Ser un acomodo

En Mendoza se dice que alguien es un acomodo cuando está donde está solo por contactos, amiguismo o acomodo político, no por mérito propio. Es el típico que cae parado porque tiene un tío concejal o un amigo en la muni. No es un elogio, más bien un palito con sonrisa incómoda incluida.

"Ese Juan es alto acomodo, cayó de gerente en la bodega del primo del intendente y el tipo apenas sabe prender la compu, pero ahí está cobrando en dólares y rascándose la panza."

Estar hecho una noria

Expresión usada para referirse a alguien que está completamente mareado después de haberse pasado de copas, como si diera vueltas y vueltas, igual que las norias.

"Anoche en la fiesta, Juan terminó hecho una noria... ¡El vino lo mareó toda la noche!"

Recámara

En Mendoza se usa recámara para hablar del dormitorio, la pieza donde dormís y guardás tus cosas. Suena un poco más fino que decir pieza, como si fuera la parte más presentable de la casa. Ideal para cuando querés chamuyar con que sos ordenado, aunque tengas el resto hecho un quilombo.

"Che, pasá nomás, pero vamos directo a la recámara que es lo único que tengo presentable, el resto de la casa parece después de un Zonda."

Estar a embargo

Expresión mendocina para decir que alguien está sin un mango, re seco, con la billetera llorando y la cuenta bancaria en terapia intensiva. Es como si el banco ya le hubiera embargado hasta las medias, aunque sea exageración. Se usa cuando la persona no puede ni pensar en salir porque la plata no alcanza ni para una birra barata.

"Ni me invites al asado, loco, estoy a embargo, debo hasta la SUBE y si compro carbón me quedo sin guita para el fernet del finde."

Estar repodrido

Expresión muy mendocina para decir que alguien está harto, cansado o saturado de una situación, persona o cosa. Es cuando ya no tenés más paciencia y cualquier detalle te saca de quicio. Se usa mucho para quejarse con bronca pero también con un poco de humor, porque a veces solo queda reírse para no explotar.

"Estoy repodrido de que el bondi pase cuando quiere, llego tarde al laburo y encima mi jefe se hace el ofendido como si yo manejara la empresa"

Pintarse un asado

Expresión mendocina para cuando de la nada aparece la idea de hacer un asado y todos se copan. No es un asado formal ni planeado, es más bien que se armó la juntada con lo que hay en la heladera y lo que cada uno pueda llevar. Es como que el asado se dibuja solo, y la magia hace el resto.

"Che loco, se pintó un asado en lo de la Gabi, caete con algo de carne y unas birras que el resto lo improvisamos ahí"

Al pedo

En Mendoza se usa para decir que estás sin hacer nada útil, boludeando fuerte, como tirado en el sillón mirando el techo y dejando que el tiempo se escape. También puede ser que algo sea inútil o que no sirva para nada. Es bastante vulgar, pero muy común, y hay que admitir que tiene su gracia cotidiana.

"Che loco, hoy laburo cero, el jefe ni vino y yo estoy al pedo tomando mates, mirando memes y viendo si me animo a una siestita épica."

Achuncharse

Se usa cuando alguien se acobarda justo antes de hacer algo que venía prometiendo con toda la boca. Es ese momento en que el miedo le gana al entusiasmo y la persona se baja del plan a último minuto. Sirve para bardear con cariño al que se raja, y hay que admitir que tiene su gracia cuando pasa delante de todos.

"Íbamos a tirarnos al canal helado, todos re manijas, y el Nico se achunchó al borde, se volvió al auto y terminó cuidando las camperas mientras nosotros hacíamos el ridículo."

cazuela

En Mendoza se usa cazuela para hablar de situaciones intensas, medio caóticas, donde todo está mezclado y nadie entiende mucho qué pasa. Es como estar metido en un quilombo bien condimentado del que tenés que salir como puedas. A veces agota, pero también le pone picante a la vida, aunque uno termine medio frito.

"Che, ayer en el laburo fue una cazuela tremenda, se cayó el sistema, el jefe a los gritos y nosotros improvisando con mate en mano para que no explote todo."

Logrincho

Se usa para hablar de alguien que siempre termina consiguiendo lo que quiere, pero de una forma medio caótica, torpe o ridículamente graciosa. No es el típico crack perfecto, es más bien el que la pifia mil veces y justo por un rebote raro la clava. Y hay que admitir que cuando un logrincho acierta, te hace el día.

"El Facu es tremendo logrincho, se tropezó entrando al boliche, tiró medio vaso al DJ y aun así terminó bailando con la más linda de la noche."

Mangazo

En Mendoza un mangazo es una mentira bien caradura, exagerada y poco creíble, que tirás igual para ver si zafás del quilombo. Es como inventar una historia épica para justificar algo que no hiciste o para salir del paso. A veces funciona y a veces te miran con cara de no te la cree ni tu abuela.

"El Nico llegó dos horas tarde y se mandó un mangazo tremendo, dijo que lo secuestró un ovni en la rotonda del Cóndor y que lo devolvieron recién cuando se quedó sin nafta."

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