Se usa para decir que alguien está pasadísimo de energía, re inquieto, como si lo hubieran enchufado directo al enchufe y no pudiera parar un segundo. Suele aparecer cuando alguien tomó demasiado café, está nervioso por algo o anda acelerado sin motivo claro. Es una forma medio graciosa de remarcar que la persona está a mil.

"Después de clavarse cuatro cafés y una gaseosa, el Nico andaba hecho una lámpara, caminaba por toda la casa hablando a los gritos y moviendo las manos como loco."

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