Parcero rígido

Se usa para describir a alguien que es muy firme y no se deja convencer fácilmente, o también para referirse al amigo inamovible en una borrachera.

"Ese parcero rígido nunca cambia de opinión cuando ya tiene un par de guaros encima."

Páralo

Se usa para expresar sorpresa, asombro o incertidumbre sobre algo inesperado. Es como decir '¿en serio?' o '¡no puede ser!'.

"Cuando Juan me contó que había ganado la lotería, yo solo pude decirle: '¡Páralo! ¿Y ahora qué vas a hacer con tanta plata?'."

Raspa y gana

Expresión usada para referirse a cuando alguien se esfuerza mucho, especialmente en una fiesta o evento social, hasta acabar agotado pero feliz.

"Anoche me pegué tremenda raspa y gana: no paré de bailar hasta que salió el sol."

Lengüazo

Un regaño épico al mejor estilo santandereano, cargado de sarcasmo y sin pelos en la lengua.

"Cuando llegué a casa tarde, mi mamá me dio tal lengüazo que hasta el perro se escondió."

La tembladera

Es cuando te agarra un nerviosismo tan berraco que todo el cuerpo te tiembla, como si te estuvieran metiendo corriente o te hubiera dado un susto de muerte. Se usa para esos momentos en que uno queda todo tembloroso, con manos frías, voz quebrada y cara de susto. Y aceptémoslo, a veces da risa después.

"Parce, cuando vi que el parcial era con exposiciones improvisadas, me dio la tembladera tan feo que casi me desmayo frente a todo el salón."

Peínate

Expresión sarcástica muy usada cuando alguien suelta una idea absurda, exagerada o sin pies ni cabeza. Es como decir que se ubique, que deje de hablar bobadas y vuelva al planeta Tierra. No es un insulto fuerte, más bien una vacilada cariñosa entre amigos o familia, aunque bien tirada puede doler un poquito.

"¿Que vas a dejar el estudio para hacerte influencer de piñas decoradas? Peínate, mijo, que ni tu abuela te sigue en Instagram."

Pinga

En Santander, decir que algo está 'pinga' significa que es excelente o maravilloso. No te confundas con otras acepciones picantes en otros lugares.

"¡Ese concierto estuvo pinga! Definitivamente valió la pena cada peso."

Guaricha

En Santander se usa para hablar de una chica joven, a veces con tono medio pícaro, medio juguetón, pero también puede sonar un poco vulgar según quién lo diga y cómo lo diga. Es de esas palabras que entre amigos suenan normal, pero con extraños puede quedar rara, así que mejor usarla con maña y oído.

"Uy, esa guaricha sí es berraca, vea cómo se sube a la moto sin miedo y se va pa' la montaña como si nada."

Estar hecho un cuchuco

Expresión muy santandereana para decir que alguien está reventado, molido, sin fuerzas o hasta medio desbaratado, como si lo hubieran pasado por una licuadora. Viene del cuchuco, una sopa espesa de maíz quebrado que queda toda triturada. Es de esas frases que suenan a abuela regañona pero con cariño, y la verdad es que tiene bastante sabor.

"Parce, después de subir esas mil escaleras en San Gil bajo ese sol berraco, quedé hecho un cuchuco, ni para ir por una Pony Malta me daban las piernas."

Estar forrado

Expresión muy usada para decir que alguien tiene muchísima plata, que nada más le falta secarse con billetes después de bañarse. Se dice cuando la persona vive sin preocuparse por la cuenta del mercado, la gasolina o la factura del celular. Es una forma medio envidiosa, medio admirada de señalar que alguien está nadando en dinero.

"Desde que le salió el negocio con la finca, el man anda todo creído, comprando camioneta nueva y pagando todo en efectivo, mejor dicho, quedó re forrado."

Quedar guaskis

Se usa en Santander para decir que alguien terminó borrachísimo, pasado de tragos y sin saber ni dónde tiene la nariz. Es como decir que quedó vuelto nada después de una farra bien brava, de esas con aguardiente, música a todo volumen y chisme al día. Es coloquial, bien de la tierrita, y suena hasta cariñoso cuando no hubo tragedia.

"Parce, anoche en la verbena de la feria todo el parche quedó guaskis con tanto guaro barato y terminó cantando rancheras a grito herido en plena plaza del pueblo"

Qué asado

Expresión utilizada para referirse a algo o alguien que es muy tedioso o molesto, como una mosca dando vueltas en tu arequipe.

"Esa reunión fue qué asado, el jefe no paraba de hablar tonterías."

Parlar

En Santander, parlar no es solo hablar, es ponerse a reclamar duro, a cuestionar todo y a armar medio zaperoco con la lengua. Es como cuando alguien se emberraca y empieza a alegar por cada detalle, casi que parece audiencia de descargos. Y hay que admitir que a veces el parlazo es más entretenido que la novela.

"Uy, cuando mi tía se pone a parlar arma la de Troya, casi tumba la casa alegando porque el caldo no tenía suficiente papa y terminó regañando hasta al perro por meterse a la cocina."

Tomarse un bocadillo

Expresión para referirse a tomarse un respiro durante el trabajo o los estudios, normalmente acompañado de un pandebono o arequipe.

"¡Uf, esta mañana ha sido una locura! Vámonos a tomarnos un bocadillo con pandebono y luego seguimos con estas cuentas."

Estar majao

Expresión para describir a alguien que está completamente cansado o agotado, como si lo hubieran pasado por una máquina de moler.

"Después de subir al páramo, quedé tan majao que lo único que quiero hacer es tirarme en la hamaca todo el día."

Estar en la gloria

Expresión que significa estar disfrutando al máximo, sin preocupaciones y con todo saliendo de maravilla.

"Después de comerme una sobrebarriga con papas chorreadas, me quedé acostado en la hamaca. ¡Ahí sí que estaba en la gloria!"

Dar plancha

Expresión usada cuando alguien siente vergüenza o pena ajena por una situación incómoda, como si el peso de una plancha hubiera caído sobre él.

"¡Qué susto tan verraco pasó Luis ayer en la fiesta! Se puso a bailar y terminó dando plancha al pobre."

Montar maroma

Significa armar una escena, lío o drama por algo que no es tan grave. Es cuando alguien hace un show de novela por cualquier cosita.

"No montes maroma solo porque el Wi-Fi se cayó unos minutos, respira profundo y relaja la pajarita."

Jarrazo

En Santander se usa para hablar del sueño pesadísimo que te da después de una farra brava con guaro, cuando quedas fundido sin opción de seguir la rumba. Es como el nocaut oficial del parche, te vas a la lona y no te despierta ni el vecino poniendo vallenato a todo volumen. Y la verdad, a veces ese jarrazo entra sabroso.

"Parce, anoche en la verbena me metí tanto guaro que llegué a la casa, caí en la cama y me dio un jarrazo tan berraco que ni los gritos de mi mamá lograron pararme."

Tener cabeza de chupa

Se usa para decir que alguien está súper despistado, como ido, que no aterriza ni a la de tres. Es esa persona que vive en su propio mundo, se le olvidan las cosas más básicas y parece que anda con la mente pegada en otra parte. Es medio cariñoso, medio burla, y la verdad es que tiene su gracia cuando lo sueltas en confianza.

"No le confíes las llaves a Juan, que anda con cabeza de chupa, ya casi mete el celular a la nevera y la arepa al bolsillo del pantalón."

Más casado que una hormiga

Se dice de alguien tan comprometido y atado en su relación que no sale ni a comprar pan sin pedir permiso. Literalmente, tiene la correa más corta que el perro del vecino.

"¿Te vienes al partido este finde? Oye, ya sé que andas más casado que una hormiga, pero saca un rato, ¿no?"

Aguaje

En Santander aguaje es cuando alguien se las da de importante, presume más de la cuenta y aparenta plata, poder o estatus que en realidad no tiene. Es el típico personaje que arma show para impresionar, pero todo es fachada y humo. Se usa mucho para bajarle el ego a quien vive pendiente de aparentar. Y la verdad, da más risa que envidia.

"Ese man llegó con gafas oscuras, reloj prestado y carro alquilado, puro aguaje, luego estaba pidiendo que le fiaran hasta el tinto en la tienda."

¡Deje así!

Expresión santandereana para dar por concluido un tema, aceptar sin más líos o cerrar un trato al estilo de 'mejor dejémoslo así y no la embarremos más'.

"Nos íbamos a poner a arreglar el carro, pero como quedó hecho un ocho... ¡Deje así!"

Empuercarle

En Santander se usa para decir que alguien dañó algo, lo enredó más o lo dejó hecho un desastre cuando se suponía que iba a ayudar. Viene de la idea de volver algo más puerco, más sucio o más feo en vez de arreglarlo. Es de esas palabras que suenan tan mal que hasta dan risa, pero describen perfecto el caos.

"Parce, yo ya casi tenía cuadrado el paseo y llegó el primo a meter mano y terminó empuercándole todo el plan, ahora nadie sabe ni a qué horas nos vamos."

Irse de juerga

Salir con los amigos sin un plan fijo, improvisando la diversión por las calles.

"¿Hoy se arma? Claro, parceros, nos vamos de juerga y que sea lo que Dios quiera."

Carajazo

En Santander se usa para hablar de un golpe bien berraco, una caída aparatosa o un totazo que te deja viendo estrellitas y cuestionando tus decisiones de vida. Puede ser por andar de sobrado, por descuidado o por pura mala suerte. Es de esas palabras que suenan duro y, la verdad, describen el drama a la perfección.

"Uy gonorrea, me metí tremendo carajazo bajando la loma en la cicla, quedé todo raspado y la gente muerta de la risa en la esquina."

Hormiguero

Forma coloquial santandereana para referirse a la mezcla caótica de tráfico, gente y el estruendo urbano matutino que se vive al empezar el día en Bucaramanga. Es como un enjambre de hormigas locas haciendo lo suyo.

"Oye, salir a la calle cuando empieza el hormiguero es peor que encontrarle desayuno al perro del vecino. ¡Es un caos total!"

Estar en el plan

Se usa cuando alguien está completamente concentrado o enfocado en algo, como si estuviera metido al cien por cien en la película.

"Cucho, no me molestes ahorita que estoy en el plan con este libro, ¡no veo ni los buses pasar!"

Zarpar la arepa

Se usa para decir que alguien se emberraca duro, que ya se le llenó la taza y va a explotar con toda. Es como cuando uno aguanta, aguanta y de repente se le zarpa la arepa y ya no responde. Muy de tierra santandereana, con ese toque bravo pero sabroso que tienen por allá.

"Mijo, recoja ese reguero ya, que su mamá viene cansada y donde vea esa sala así se le zarpa la arepa y nos arma la tremenda cantaleta"

Oler a guerra

Expresión usada para describir a alguien que se ha perfumado tanto que deja su rastro olfativo por donde pasa, como si llevara una nube de aroma lista para la batalla.

"No me digas que viene Gerardo... ¡esto huele a guerra y aún no lo he visto aparecer!"

jartar

En Santander, 'jartar' es una forma divertida y desenfadada de decir 'comer'. Se usa cuando te das un buen banquete después de semanas de vivir a punta de arroz con huevo.

"Uy, parceros, vamos a jartarnos unas arepas rellenas porque hoy sí que ando aventado."

Ferrote

En Santander decir que algo está ferrote es decir que la cosa está muy difícil, casi imposible, que toca sudarla duro. Se usa para problemas pesados, favores complicados o planes que se ven bien enredados. Es como admitir que sí se puede, pero con toda la verraquera del mundo y rezando un poquito.

"Parce, pasar cálculo con ese profe está ferrote, toca trasnochar con tinto y empanadas toda la semana."

¿Dónde, ome?

Expresión muy santandereana que se usa para mostrar sorpresa, duda o total incredulidad ante algo que suena rarísimo o difícil de creer. Es como decir ¿en serio? o ¿qué me dices? pero con sabor a tierra caliente y acento bravo. Suele salir cuando el chisme está tan loco que uno queda medio en shock, aunque también se usa medio en burla.

"Mano, vi a Carlos volviendo con la ex, dizque ahora sí cambiada y todo espiritual, que ya no pelea ni revisa el celular. ¿Dónde, ome? No joda, ese man se enamora más de los problemas que de las novias."

Hacerse un ocho

Cuando alguien se complica la vida o se enreda más de la cuenta haciendo algo. Vamos, que está hecho un lío.

"Ayer Sergio intentó arreglar su moto y se hizo un ocho con los cables, ¡casi la deja sin ruedas!"

¡Qué chimba!

Se dice cuando algo es muy bueno, increíble o te deja flipando de lo guapo que está.

"¿Viste el concierto anoche? ¡Qué chimba, parcero! No paré de saltar en toda la noche."

Echar misión

Se usa para decir que uno va a salir a hacer algo medio improvisado, con plan de aventura y desorden sano, casi siempre con los panas. Puede ser ir a rumbear, a buscar qué hacer por ahí o a resolver algún asunto en combo. Es como armar un plan callejero sin mucha organización, pero con toda la actitud y ganas de vacilar.

"Parce, salí del camello temprano, caiga a la casa y nos vamos a echar misión por el centro a ver qué plan raro nos sale hoy"

Estar de guayabo

Significa estar de bajón, sentirse hecho polvo o como si te hubiera pasado una estampida por encima, especialmente después de un fiestón.

"Después del rumbón de anoche en El Páramo, estoy de guayabo total; necesito una sopa levantamuertos ya."

Pasar la noche en vela

Frase típica para cuando uno se trasnocha feo y no pega un solo ojo en toda la noche. Puede ser por estar de farra, por quedarse hablando hasta tarde o por andar con la cabeza llena de problemas. El cuerpo pide cama, pero la mente anda en modo bucle. Y al otro día uno parece zombi, pero ahí sigue dándole.

"Parce, pasé la noche en vela pensando en cómo decirle al jefe que se hizo el loco con el bono, y hoy ando con estas ojeras que parecen autopistas."

Jalar mecate

Expresión usada para referirse a cuando una persona intenta caerle bien o endulzar el oído de un superior, generalmente con fines interesados.

"Ahí va Pedro otra vez a jalarle mecate al jefe, a ver si le suben el sueldo. ¡Ese man sí que sabe cómo hacerle la rosca!"

Echarse las onces

En Santander, echarse las onces es la sagrada merienda de media tarde, cuando el cuerpo ya está pidiendo algo rico y el alma también. Puede ser café con leche, arepitas, pan, lo que haya por ahí. Es como un mini festín cotidiano para recargar pilas y chismosear un rato, que la vida sin onces sería tristísima.

"Parce, saliendo del trabajo nos vamos donde la tía Marta a echarnos las onces con arepitas, chocolate bien espeso y todo el chisme del barrio incluido"

Estar armado hasta los dientes

En Santander, si te dicen que estás 'armado hasta los dientes', no están hablando de pistolas o cuchillos; más bien quieren decir que llevas encima todo lo que necesitas, desde facturas en el bolsillo hasta un bocadillo por si acaso.

"Vea, Juaco, vámonos pa' las montañas, pero póngase serio y venga armado hasta los dientes, no vaya a ser que se nos olvide el tinto."

Berraco

Término que se usa para describir a alguien extremadamente hábil, fuerte o valiente. En Santander, si eres berraco es porque tienes el aguante y la inteligencia de un tigre con GPS.

"Ese compa subió toda la montaña a pie sin parar, ¡qué berraco!"

Guarilaque

En Santander guarilaque es esa comilona bien grasosa, llena de fritanga, chorizo, arepa, papa y todo lo que el cardiólogo odia pero el corazón ama. Es la típica bomba calórica que te comes de noche y luego quedas arrepentido, pero feliz. Y la verdad, negar que sabe brutal sería mentir descaradamente.

"Parce, anoche nos metimos tremendo guarilaque en el puesto de la esquina y hoy ando con la barriga a reventar, pero qué vaina tan sabrosa, repetiría sin pensarlo."

¡Qué vaina tan bacana!

Se usa para decir que algo está muy chévere, que está brutal de bueno o que simplemente te dejó encantado. Es una forma bien costeña y colombiana de celebrar algo que te gusta mucho, ya sea un plan, una persona o una sorpresa. Y la verdad, suena tan sabroso que provoca decirlo a cada rato.

"Parce, fuimos a la cascada en San Gil y eso estaba una locura, el agua clarita, todo verde, la gente feliz, qué vaina tan bacana, casi que no nos queríamos devolver pa' la casa."

Echarse una perrita

Se usa para hablar de una siesta corta, de esas que te tiras después del almuerzo para recargar baterías y no quedar todo embolatado en la tarde. No es dormir toda la tarde como un oso, es más bien un sueñito rápido pero bien sabroso. Y la verdad, cuando pega el sopor después del mute, se siente casi obligatorio.

"Uy, quedé re lleno con ese mute santandereano, voy a echarme una perrita de veinte minuticos y ya quedo listo pa’ seguir dándole a la vuelta."

Hacer la ciruela

En Santander se dice hacer la ciruela cuando alguien se queda profundamente dormido de la nada, casi siempre después de pegarse un buen almuerzo o de andar muy relajado todo el día. Es como entrar en modo siesta extrema, sin culpa y sin remordimiento. Y la verdad, con ese calorcito santandereano, provoca hacer la ciruela bien seguido.

"Parce, ese mute estaba tan bueno que terminamos haciendo la ciruela en las hamacas del patio, roncando más duro que el camión de la leche pasando por la vereda."

Sacar la ñapa

En Santander se usa para hablar de conseguir la ñapa, o sea, ese extra que te dan de pilón cuando compras algo o cierras un trato. Es como exprimir un poquito más la situación con labia, confianza o pura maña santandereana. No es robo ni abuso, es más bien el arte de pedir con gracia y salir ganando.

"Parce, compré media docena de arepas y con tanta habladera al final le saqué la ñapa al señor y salí con ocho, hasta me echó ajicito de regalo todo buena gente."

Tocar timbres

Se usa para hablar de alguien que vive pendiente de llamar la atención, que necesita aprobación y aplausos por todo lo que hace. Es esa persona que siempre arma show, exagera las historias y se mete en cuanto plan haya solo para que lo miren. A veces hace gracia, pero también puede cansar un montón cuando se pasa de intenso.

"Uy, ese man sí que le gusta tocar timbres, llega al bar y arma novela, cuenta la misma historia tres veces y hasta se inventa que casi se gana la lotería."

Estar rompiendo la pista

Frase que se usa para decir que alguien lo está petando, que está brillando o destacando especialmente en una actividad, como bailar o darlo todo en una fiesta.

"Cuando Alex llegó a la fiesta y empezó a bailar, todos dijeron: '¡Ese man está rompiendo la pista, mejor dicho!'"

Tener pispirigaña

Se usa para decir que alguien anda hiperactivo, con una energía rarísima, como si se hubiera tomado tres tintos cargados seguidos. No para quieto, habla rápido, se mueve de un lado a otro y contagia su agite a todo el mundo. Es como tener cosquillas internas de pura ansiedad y emoción. Y hay que admitir que a veces hace gracia verlo.

"Parce, desde que le contaron lo del viaje a la costa, Laura tiene una pispirigaña brava, no se queda sentada ni cinco minutos y ya nos tiene a todos mareados con tanto plan."

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