Se usa para decir que alguien se emberraca duro, que ya se le llenó la taza y va a explotar con toda. Es como cuando uno aguanta, aguanta y de repente se le zarpa la arepa y ya no responde. Muy de tierra santandereana, con ese toque bravo pero sabroso que tienen por allá.
"Mijo, recoja ese reguero ya, que su mamá viene cansada y donde vea esa sala así se le zarpa la arepa y nos arma la tremenda cantaleta"