En Santander se usa para hablar de una chica joven, a veces con tono medio pícaro, medio juguetón, pero también puede sonar un poco vulgar según quién lo diga y cómo lo diga. Es de esas palabras que entre amigos suenan normal, pero con extraños puede quedar rara, así que mejor usarla con maña y oído.
"Uy, esa guaricha sí es berraca, vea cómo se sube a la moto sin miedo y se va pa' la montaña como si nada."
Se usa para referirse a una chica joven y atractiva, con un toque picaresco característico de los cucuteños.
"Esa guaricha tiene a todo el barrio hablando, ¡anda robando corazones por donde pasa!"