Estar hecho tasajo
Se dice cuando acabas reventado, sin pila y con el cuerpo tieso, como si te hubieran dejado secándote al sol. Es una forma muy oaxaqueña de decir que ya no das una, que te pesa hasta parpadear. Va perfecto después de una chinga de trabajo, una caminata eterna o una desvelada brava.
"No inventes, entre la Guelaguetza, la caminata y cargar las bolsas del mercado, quedé hecho tasajo. Ya ni pa’ cenar, nomás quiero tirarme en la hamaca."
No me estés cantando misa
Se dice cuando alguien te está regañando, sermoneando o dándote un discurso larguísimo, como si te estuviera echando la homilía. Es un modo medio burlón de cortar el rollo y pedir que vayan al grano. No es súper grosero, pero sí trae actitud de ya bájale, padre.
"Ya sé que la regué y llegué tarde, pero no me estés cantando misa, mejor dime qué hacemos ahorita y ya."
Echar la fruta
Dicho oaxaqueño para decir que te vas a echar una siestita, normalmente después de comer bien y con el calor pegando duro. Es el plan clásico de sobremesa: panza llena, hamaca o cama y a desaparecer un rato. Suena inocente, pero en Oaxaca lo entienden al vuelo. Bendita costumbre, la neta.
"Ya me eché dos tlayudas y un agua de horchata, ahorita no cuenten conmigo: me voy a echar la fruta en la hamaca, que el calor está criminal."
Ser de la calenda
En Oaxaca, la calenda es ese desfile fiestero con banda, monos de calenda, marmotas y cohetes que anuncia que se viene pachanga. Decir que alguien es de la calenda es llamarlo fiestero de hueso colorado, bien del barrio, de los que se apuntan a cualquier convite y hasta jalan gente. Y sí, se les nota.
"Dijeron que iba a haber calenda y ni lo pensó: llegó con su mezcal, se pegó a la banda y hasta cargó la marmota. Ese compa es de la calenda, no falla."
Estar novelero
Se dice de alguien que vive para el chisme y el drama, como si todo fuera capítulo de telenovela. Se mete donde no lo llaman, exagera lo que oye y encima lo cuenta con lujo de detalle para que arda más el asunto. No siempre es mala onda, pero sí bien metiche. Y la neta, a veces entretiene.
"Pedro, ya no estés novelero, nomás oíste dos cosas y ya armaste la telenovela con el chisme de la vecina, ¡qué bárbaro!"
Hacer cola de iguana
Se dice de quien anda de hocicón prometiendo y prometiendo, pero a la hora buena no cumple ni una. Mucho movimiento y pura hablada, como la iguana que menea la cola y parece que va a arrancar, pero ahí se queda. Sirve para exhibir al quedabien que nomás da atole con el dedo.
"No le creas al Juan, ese vato nomás hace cola de iguana: jura que hoy invita las chelas y al final se hace pato y se desaparece."
Meterse al metro
Se dice en plan broma para bajarle dos rayitas a alguien que anda acelerado, ansioso o medio desesperado, como si fuera a aventarse al primer metro que pase. Justo por eso da risa en Oaxaca, donde ni metro hay. Es una forma de decir: relájate, no es para tanto, no corras.
"¡Ey, cálmate! No te metas al metro por los tacos, apenas están prendiendo el comal y tú ya andas como si se acabara el mundo."
Llegar a la cumbre
En Oaxaca se dice cuando ya te pegó la tragadera y te tiras a descansar como si hubieras coronado una montaña. Es ese punto glorioso de panza llena, cuerpo horizontal y cero ganas de moverte, normalmente después de una tlayuda bien brava o una comilona. Suena exagerado, pero es que así se siente.
"No inventes, compadre, me eché tres tlayudas y ya llegué a la cumbre, estoy tirado en la hamaca y ni para el agua me paro."
Andar bien lámpara
En Oaxaca se dice de alguien que anda bien alerta, bien al tiro, como con la antena parada. Puede ser porque sospecha algo, porque trae miedo o porque ya le metieron ideas en la cabeza. No es que esté loco, pero sí anda medio paranoico, cuidándose de todo y de todos. Y sí, cansa nomás de verlo.
"Desde que le dijeron que vieron a un ratero por la cuadra, Juanito anda bien lámpara, se asoma a la ventana cada rato y hasta revisa dos veces la chapa."
Dar el quemón
Se dice cuando exhibes a alguien y lo dejas en evidencia delante de otros, como sacándole los trapitos al sol. Es el típico momento de quemar a la banda por chismosa, mentirosa o por andar haciendo algo que no quería que se supiera. Puede ser en broma o bien mala onda, según el tono.
"En la peda, el Beto juraba que no fue él y yo le di el quemón: ahí está el video, compa, tú fuiste el que se robó el mezcal."
Mezcalear
Verbo inventado pero súper entendible en Oaxaca: salir a mezcalear es ir de mezcalerías, bares o casas de compas probando mezcales, uno tras otro, sin prisa y con antojito. Es como hacer ruta, pero con agave y valentía. Normalmente acaba con risas, bailecito y la promesa de que mañana ya no tomas. Mentira piadosa.
"Este finde vamos a mezcalear por el centro, de una mezcalería a otra, y si se arma, acabamos en el Zócalo echando paso, pero tú lleva chela pa’ bajar el golpe."
Sopero
En Oaxaca se le dice así al que es bien tragón y ansioso con la comida, el que no se aguanta y ya está pidiendo más antes de terminar. También aplica para el que siempre anda de encimoso con la olla, viendo qué cae. No es insulto pesado, más bien carrilla entre compas.
"No seas sopero, Juan, ni acabamos la tlayuda y ya andas de encimoso con el mole, pidiendo otra ronda como si no hubiera mañana."
Venirse de madre
Se usa cuando algo se descontrola y se va al carajo, ya sea una situación, un plan o hasta un chisme. Empezó tranqui y de repente se puso intenso, caro, complicado o demasiado. Es como decir que se salió de las manos. Suena muy de calle y queda perfecto para planes con mezcal de por medio.
"Dijimos: nomás una chela y a dormir, pero en Oaxaca se vino de madre, cayó la banda, salió el mezcal y acabamos bailando en la calle hasta las tres."