En Oaxaca se dice cuando ya te pegó la tragadera y te tiras a descansar como si hubieras coronado una montaña. Es ese punto glorioso de panza llena, cuerpo horizontal y cero ganas de moverte, normalmente después de una tlayuda bien brava o una comilona. Suena exagerado, pero es que así se siente.
"No inventes, compadre, me eché tres tlayudas y ya llegué a la cumbre, estoy tirado en la hamaca y ni para el agua me paro."