Está lloviendo hasta amanecer crudo

Se dice cuando está cayendo un aguacero de esos que no perdonan, como si el cielo se hubiera ido de fiesta y amaneciera crudo. La idea es que llueve tanto que acabas empapado y medio derrotado, igual que después de una pachanga larga. Es muy de exagerar con humor, y funciona perfecto para quejarse.

"No inventes, iba a ir por unos tacos, pero está lloviendo hasta amanecer crudo y ya traigo los tenis nadando. Mejor me quedo aquí, ¿no?"

Estar helado

En Colima se dice cuando algo te da un susto o un nervio tan fuerte que te quedas paralizado, como si el cuerpo se te enfriara de golpe. No es que baje la temperatura, es que el miedo te deja tieso y sin reacción. Muy típico para historias de fantasmas, ruidos raros o cuando te sacan un susto de la nada.

"Me contaron lo de la señora del pasillo y quedé bien helado, ni al baño fui. Me quedé pegado a la cama con el celular en la mano y la luz prendida."

Irse de tiliche

Se dice cuando alguien se larga sin avisar y desaparece un rato, como si se lo hubiera tragado la tierra. Puede ser porque se hartó, porque le dio la gana o porque andaba en plan misterioso. Es muy de soltarlo con tono de chisme: se fue y ni adiós dijo. Y sí, suena a travesura.

"¿Y el Luis? Estaba bailando bien a gusto y de repente se fue de tiliche. Dejaron la bocina prendida, la hielera abierta y nadie supo ni con quién se peló."

Echar el rulfo

Se dice cuando te quedas tirado sin hacer nada, en modo estatua, como que el cuerpo ya no coopera. Es el típico plan de después de comer pesado o cuando el calor de Colima te deja derretido. Lo de Rulfo suena a chiste local, pero aquí significa básicamente flojear a gusto y desaparecer del mundo un rato.

"Me chingué una birria bien maciza y ya, me eché el rulfo en la hamaca, nomás oyendo los gallos y el ventilador."

Rangüear

Verbo coloquial para cuando te echas una siesta y se te va la mano, de esas que eran de 20 minutos y acabas despertando como si hubieras cruzado de dimensión. En Colima se usa para decir que te quedaste bien jetón y perdiste media tarde. No es flojera, es talento mal administrado.

"Nomás me recosté tantito y me puse a rangüear bien macizo, desperté todo desorientado y ya andaban prendiendo las luces de la calle."

Irse de cuachalotes

Se dice cuando sales a la calle bien fodongo, sin arreglarte ni tantito, como que te valió la facha. Puede ser por flojera, por andar con prisa o porque nomás ibas a hacer un mandado rápido y no te ibas a producir. Muy de andar en modo “me da igual”, y sí, se nota.

"Hoy me fui de cuachalotes al tianguis, en chanclas y con el pelo parado, porque preferí dormir otro ratito que ponerme a arreglarme."

Cámara

En Colima y en buen cotorreo, cámara es como decir compa, carnal o mi cómplice. Es ese amigo de confianza que se apunta a lo que sea, te cubre la espalda y anda al tiro para la peda, el mandado o la aventura más improvisada. También puede soltarse como un va, órale o ya estuvo, según el tono.

"Me fui con mi cámara al tianguis por unas naranjas y acabamos comprando una bocina pirata y bajándonos cinco de pastor, bien a gusto."

Hacer fila de lagartijas

Se dice cuando te toca esperar un montón en una fila, casi siempre bajo el sol, sin sombra y sin prisa de nadie. Te quedas ahí, quieto y sudando, como lagartija asoleándose, nomás que en versión trámite eterno. Muy de cuando vas a gobierno, al banco o a cualquier lugar donde el tiempo se estira feo.

"Fui por la licencia y me aventé una fila de lagartijas bien brava, puro solazo, la gente echando chisme y el de la ventanilla como si nada."

Andar más perro

Se dice cuando alguien anda bien creído, alzado o muy sobrado, como si ya fuera el mero mero del barrio. Va de presumido y se siente intocable, aunque no tenga con qué. En Colima suena a que trae el ego por las nubes y se le olvidó de dónde viene. Bien perro, pues.

"Desde que le dieron el puesto, el compa anda más perro, pasa en su troca y ni los buenos días da."

Andar a toda madre

Se usa para decir que andas de lujo: de buen humor, con energía, o que todo te está saliendo perfecto. También vale para describir un plan o una situación que va increíble. Es bastante coloquial y puede sonar un pelín vulgar por lo de “madre”, pero en la calle se dice con toda la tranquilidad.

"Me pagaron hoy, ya comí birria y hasta me alcanzó pa' unas chelas. Ando a toda madre, nomás falta que no llueva en el malecón."

Encargar con sazón

Se dice cuando vas a pedir algo, casi siempre comida, pero no a lo básico. Es encargarlo con tu toque: más salsa, más picante, extra de todo, o que lo hagan “como a ti te gusta”. Suena muy de mercado y de fonda, de cuando ya conoces a la doña y te consiente el antojo.

"Voy a encargar unos tamales pa’ la cena, pero dile a Doña Lucha que me los haga con sazón: doble salsa, bien picosos y con su limoncito, porque hoy ando exigente."

Achicalado

Se dice de alguien que va bien arreglado, bien peinado y hasta perfumadito, como si fuera a un evento importante, aunque en realidad solo vaya a la tienda o a la esquina. Puede ser halago o carrilla, según el tono. En Colima suena muy de barrio y da risa porque exagera lo elegante.

"Mira nomás qué achicalado viene el Chuy, con camisa planchada y loción, y nomás va al Oxxo por unas chelas y unas papitas."

¡Aguas, granjero!

Se usa para avisar rápido de que viene un problema o de que alguien se ponga trucha: que ahí viene el profe, que te van a cachar, que te vas a dar un madrazo. Es una variante juguetona de ¡Aguas!, con ese “granjero” nomás para hacerlo más chusco. No es la más común, pero se entiende al vuelo.

"Íbamos bien a gusto con las chelas en la banqueta y de repente vi al profe doblando la esquina: ¡Aguas, granjero!, guarden todo que ya valimos."

Ser un león

Se le dice a alguien que va de muy bravo, presume de fuerte o intimidante y se cree el rey de la selva. Pero cuando llega la hora de la verdad, se raja y se hace chiquito. Vamos, mucho rugido y poca mordida. Sirve para bajarle los humos a quien habla de más.

"El Beto juraba que era un león y que nadie le ganaba, pero cuando el profe pidió pasar al pizarrón, se hizo bolita y hasta pidió ir al baño."

Irse de tanda

En Colima se dice cuando te vas de fiesta en modo recorrido, brincando de bar en bar o de cantina en cantina con la banda. La idea es seguir la tanda hasta que ya no te den las piernas, el hígado o la cartera. Es plan de desmadre, risas y terminar pidiendo tacos para revivir.

"Este viernes no te me rajes, nos vamos de tanda por el centro: una cantina, luego otra y al final unos tacos, aunque amanezcamos sin un peso."

Andar en la ola

En Colima se dice cuando alguien va al tiro con lo que está de moda o se sube a la tendencia del momento. Es como decir que trae el flow, que está al día y no se queda atrás. Si no andas en la ola, te quedas viendo cómo pasa la fiesta desde la orilla. Y sí, suena bien playero.

"¿Ya viste al Beto con tenis nuevos y corte fresh? Ese vato sí anda en la ola, y uno aquí con los mismos zapatos desde la prepa."

Echarse un colimazo

Expresión colimense para decir que te vas a tirar a la flojera con ganas, en modo relax total, sin prisas y sin remordimientos. Es como decretar oficialmente que hoy no se produce nada y que el plan es sofá, sombra y cero estrés. Perfecta para domingos eternos o puentes donde la motivación ni se presenta.

"Qué calorón, hoy me echo un colimazo bien a gusto: abanico, serie, una siesta y que el mundo ruede solo."

Tepachear

En Colima, tepachear es darle sin miedo a una bebida hasta acabártela, como cuando te echas el tepache de un jalón o te terminas la jarra porque anda buena. No es tanto “probar”, es rematarla con ganas. Suena bien de barrio y bien fiestero, de esos planes que se alargan.

"Llegamos a la carne asada bien tranquilos y, de repente, mi compa dijo “una más” y terminamos tepacheando el tepache y hasta las chelas, bien chidos."

Doblar esquina

En Colima se dice cuando vas a salir un momento, normalmente a la tiendita o al puesto de la esquina, a comprar algo rápido. Es como decir voy y vengo, no tardo, pero con sabor a barrio. Casi siempre implica antojo, botanita o algo pa’ la casa. Si tarda, ya no valió el doblar esquina.

"Ahorita vuelvo, voy a doblar esquina por unas tostadas de ceviche y una coquita, no se me desesperen."

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