Forma sabrosa de decir que vas a comer hasta quedar rodando, especialmente cuando la comida está buenísima.
"Después del partidito, nos fuimos al mercadito a jamear un arroz con pato que te dejaba sin aliento. ¡Estaba de rechupete!"
Cuando te refieres a comer hasta casi reventar, especialmente en momentos donde la comida sobra y el hambre aprieta. Es como mandar p'al buche todo lo que puedas.
"Bro, después de la fiesta nos fuimos a jamear al chifa y salí rodando de tanto arroz chaufa y wontán."
Forma épica y arequipeñísima de decir que te vas a afanar con emoción por algo, ya sea una causa noble o un gustito pecador. ¡Un término con mucha pasión para lo que sea!
"Voy a jamear con este rocoto relleno como si no hubiera un mañana. ¡Que viva la pasión!"
En la jerga limeña, jamear es comer con una hambre brutal, sin delicadezas ni postureos, como si no hubieras probado bocado en días. Se usa cuando te lanzas al plato con todo, ya sea menú de la esquina, chifa o lo que caiga. Es ese momento glorioso en que el estómago manda y la vergüenza se va de vacaciones.
"Pata, salí de chambear muerto de hambre y me fui a jamear un combo gigante en el chifa de la esquina, hasta el mozo se asustó de cómo desapareció el arroz chaufa."
Es un verbo muy peruano que se refiere al acto de comer, especialmente cuando te zampas algo con mucho gusto. Lo usas cuando estás dándole duro a un buen plato de comida.
"Después del partido, nos fuimos a jamear unos anticuchos en la esquina."
Verbo goloso que se utiliza para referirse a la acción de comer con ganas y sin control, especialmente cuando algo está delicioso.
"Después de jugar fulbito, nos fuimos todos a jamear un pollo a la brasa."
En Trujillo no se dice comer, se dice jamear, porque acá no solo se come, se ataca el plato con ganas. Es para cuando te mandas la comida sin mucha etiqueta, con hambre de verdad y cero delicadeza. Es como decir que estás devorando la comida, y la verdad suena mucho más sabroso.
"Causa, apúrate que donde la tía Jaqui ya están jameando ceviche con chicharrón y si llegamos tarde no nos dejan ni el juguito del limón."
Cuando alguien tiene un hambre feroz y se lanza como tiburón a devorar todo lo que encuentra.
"Desde que llegó la prima, no ha parado de jamear esas empanadas, ¡parece que no hubiera comido en un año!"
Forma jocosa de decir comer, pero no en plan gourmet; es más bien cuando uno se manda un banquete sin remordimientos.
"Después de la playa, nos fuimos a jamear unos ceviches que estaban para chuparse los dedos. ¡Qué rico!"
En Trujillo jamear es comer con un hambre brutal, disfrutando cada bocado y sin pensar en la dieta ni en nada. Es como atacar el plato con ganas, con confianza y con alegría, sobre todo después de una jarana o cuando hay comida rica en la mesa. Y la verdad, jamear así da gusto.
"Causa, después del tono en la playa terminamos todos en la esquina de la tía veneno a jamear salchipapas y pollo a la brasa como si no hubiéramos comido en un año"
Verbo callejero para hablar de cuando alguien consigue algo de forma astuta, medio tramposa pero sin llegar a delito serio. Es como hacer un truco de magia social para obtener entradas, favores o cosas que parecían imposibles. Suele usarse con admiración, porque al que jamea bien se le ve como vivo, pilas y con buen floro.
"No tenía ni un mango para la entrada, pero el pata se puso mosca, jameó un pase VIP y terminó toneando en primera fila como si fuera dueño del concierto."
Dicen los piuranos que 'jamear' es comer, pero no de cualquier forma: ¡es zamparte un buen plato como si no hubiera un mañana!
"Después de ir a la playa en Colán, nos fuimos a jamear un ceviche tan bueno que ni helado se salvó el plato."
En Iquitos se usa jamear para hablar de comer con ganas, casi con desesperación, como si te hubieran tenido a dieta una semana. Es zamparse la comida rápido y con hambre brava, sin mucho mod mod. A veces también se suelta para hacer cosas a toda prisa, pero sobre todo va de darle duro al plato, que eso siempre alegra.
"Pata, llegué del chamba con un filo criminal y me puse a jamear el juane y la cecina que mi vieja dejó, ni bien respiré entre bocado y bocado"
Ir a comer algo rico, generalmente con unas ganas locas de arrasar con todo en la mesa porque el hambre está que insiste como un taxista desesperado.
"Después de juerguear toda la noche, fuimos al mercado a jamear unos chicharrones. Literal, nos comimos hasta las servilletas."
Término coloquial para comer, especialmente cuando se refiere a devorar con ganas después de haber aguantado hambre todo el día.
"Oe, estoy muerto de hambre, vamos a jamear un cevichito en la esquina."
En Piura jamear es ir a comer como rey, sin miedo al botón del pantalón. Se usa cuando vas a pegarte un banquete serio, con ceviche, chicharrón, causa, arroz con mariscos y todo lo que se cruce. No es solo comer, es disfrutar la comida con ganas, como buen piurano orgulloso de su sazón brutal.
"Ñaño, hoy vamos a jamear feo en la cevichería del barrio, mínimo dos fuentes de ceviche, su chicharrón bien crocante y después una causa que parezca ladrillo."
Comer con mucho apetito, como si no hubiera un mañana. Es darse un buen atracón.
"Después de la clase, nos fuimos al mercado central a jamear unos chicharrones bien sabrosos."
En la selva loretana, 'jamear' significa ir de pesca o caza como parte del trabajo diario. No es solo una labor, es una aventura en la selva para traer el pan (o el pescado) a la mesa.
"Hoy amanecí con ganas de jamear bien temprano para traer algo rico para el almuerzo."
Término delicioso que se utiliza para describir el acto de comer con ganas, sobre todo cuando estás disfrutando algo bien sabroso.
"¡Ese ceviche estaba tan rico que me lo jameé todito en un santiamén!"
Término peruano que significa comer con hambre voraz, como si fuera el último ceviche de la Tierra.
"Ayer después de la fiesta estaba tan aguja que me fui a jamear un pollo a la brasa enterito yo solo."
En Perú se usa jamear para decir comer con ganas, como si no hubieras probado bocado en tres días. No es solo comer, es atacar el plato con furia, repetir sin vergüenza y dejar el plato brillando. Es ese modo bestia que te entra cuando ves comida rica y tu estómago manda más que tu dignidad.
"Hermano, llegué al cumple sin almorzar y cuando vi la mesa llena de pollo a la brasa y causa empecé a jamear tanto que mi tía pensó que no me daban de comer en mi casa."
Utilizado para referirse a comer, especialmente con ganas y sin remordimientos. Cuando tienes hambre de la buena y todo te sabe a gloria.
"Después de surfear toda la mañana en Máncora, fuimos al malecón a jamear un ceviche como para resucitar."
Se refiere a comer, pero así con ganas, como si no hubiera un mañana. Ideal pa' describir cuando te entra la rajita pelá tras un día largo.
"Uy compadre, llegué a casa y me puse a jamear como condenado, ¡ya no quedó ni una papa en la mesa!"
En Piura jamear es ponerse a comer como si no hubiera mañana, darse un atracón brutal hasta quedar tirado mirando el techo con sueño y barriga llena. No es solo comer bastante, es abusar del plato con alegría y cero culpa. Es de esas palabras que ya te dan hambre solo de escucharlas, y la verdad es que tiene su encanto.
"Causa, ayer en la pichanga terminamos muertos y nos fuimos a la cevichería del barrio, pedimos como cinco fuentes y acabamos jameando tanto que casi rodamos de regreso a la casa"
En Bolivia se usa jamear como sinónimo de comer con ganas, zamparse algo rico o ir a buscar comida cuando ya ruge la tripa. Es bastante informal y suena a plan entre panas, más de calle que de mesa elegante. Viene a ser como decir vamos a jamar, pero con ese toque boliviano que le da más sabor.
"Che, ya estoy cagado de hambre, caete a la plaza y nos vamos a jamear unas salteñas antes de que cierre el puesto del don"