En Cojedes se usa para hablar de un carro viejo, destartalado y medio moribundo, que suena a lata, bota humo y uno no sabe si va a llegar a la esquina sin desarmarse. Es ese coche que da pena ajena pero igual lo sigues usando porque no hay más, y hasta le agarras cariño al condenado.

"Hermano, ese ranflón tuyo sube la cuesta echando humo, sonando a matraca y con las puertas amarradas con cabuya, parece carro de película de terror barata."

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!