Cometer un error grave o hacer algo muy inapropiado.
"Me mandé una cagada en la reunión, dije cualquier cosa y todos se quedaron mirándome raro."
Expresión bien porteña para decir que alguien se mandó un moco importante, hizo algo muy mal o metió la pata de forma épica. Puede ser desde un error boludo hasta un papelón histórico que te deja con ganas de desaparecer. Suena grosero, pero se usa tanto que ya casi parece categoría oficial de metida de pata.
"Boludo, me mandé una cagada tremenda, reenvié el audio bardeando al jefe al grupo donde estaba él y encima lo escuchó en altavoz en la oficina."
Expresión usada para describir cuando alguien comete un error garrafal que deja huella, generalmente con consecuencias imprevistas.
"Che, Juan se mandó una cagada bárbara: quiso impresionar a la piba nueva y terminó confundiendo su nombre. ¡Qué papelón!"
Expresión muy usada en el sur de Chile para decir que alguien cometió un error gigante, de esos que dan vergüenza ajena y traen problemas. No es un simple despiste, es cuando la embarraste con ganas y todos lo notan. Suena chistosa, pero cuando te mandas una cagada de verdad, no hace tanta gracia.
"El Nacho actualizó el sistema en plena pega, se cayó todo el servidor y el jefe casi le da un infarto, ahí cachamos que se había mandado la media cagada."
Expresión usada para referirse a alguien que cometió un error monumental, de esos que te hacen cuestionar por qué te levantaste de la cama ese día.
"Juanito se mandó una cagada al intentar hacer un asado y quemar hasta las parrillas. ¡Imagínate el olor!"
Se usa cuando intentas impresionar y terminas creando un desastre que ni el mejor orador puede excusar. Es como una invitación involuntaria al club del desastre.
"Íbamos geniales con la presentación, hasta que Pepe se mandó una cagada al iniciar los fuegos artificiales antes de tiempo; parecía Nochevieja."
Cometer un error garrafal que empieza con un pequeño despiste y termina en un desastre memorable.
"Estábamos preparando la calçotada cuando Marta se mandó una cagada: puso salsa por todos lados menos en los calçots. Al final, acabamos comiendo pan sucat con crema."
Cometer un error garrafal o hacer algo muy mal, generalmente por descuido o falta de atención.
"Iba a revisar el coche, pero me mandé una cagada al poner gasoil en el depósito del lavaparabrisas. ¡Menuda liada!"
Cuando tienes una idea que parece genial en teoría, pero al llevarla a cabo se convierte en un desastre total.
"No veas la que se armó cuando Paco se mandó una cagada al inaugurar el Centro de Tortillas y abrió con una paella sin arroz; todavía estamos intentando arreglar el desaguisado."
Realizar un intento de salvar una situación que inevitablemente termina como el Titanic del caos, hundiéndose mientras escuchas de fondo música épica y te aferras al mástil de la esperanza.
"Estaba intentando reparar la lámpara antes de la visita de mis suegros, pero me mandé tal cagada que ahora tengo iluminación estroboscópica en todo el salón. Parece una discoteca ye-ye."