En Tacna, se le dice 'gato' al típico amigo querendón y bohemio que nunca sale del bar sin haber ligado. Un Don Juan local, pero con más maña que otra cosa.
"Ya pues, Mario es un gato auténtico, anoche salió a comprar pan y volvió con dos números de teléfono."
En Santiago se le dice gato a la persona que vive de fiesta, que siempre está lista para el carrete y suele alargarlo hasta que sale el sol. Es ese amigo que nunca se va temprano, conoce todos los after y aparece en cada junta con ojeras pero con la mejor historia de la noche. Y hay que admitir que a veces da envidia.
"El Nico es terrible gato, anoche salió del carrete en Bellavista cuando ya estaban levantando las cortinas y todavía quería irse a un after en Ñuñoa"
En el Biobío se usa para llamar de forma muy cercana a un amigo, casi como decir compa o hermano. Suena juvenil, relajado y con un toque de complicidad, como cuando armas planes medios turbios pero con buena onda. No tiene nada que ver con el animal, es puro apodo de confianza, y la verdad es que suena bastante cariñoso.
"Oye, gato, ¿te animas a ir al carrete esta noche? Dicen que va a estar la raja, que van a llegar los cabros del curso y que después seguimos la fiesta en la playa."
En Junín, decirle gato a alguien es llamarlo vivo, pillo y bastante avispado, de esos que siempre caen parados y se las arreglan para sacar ventaja sin que parezca que hacen mucho. No es insulto, más bien un guiño de respeto mezclado con envidia sana. Y hay que admitir que a veces esos gatos son muy necesarios en el grupo.
"Che, llamalo a Juan que es alto gato, seguro consigue birra fiada y hasta nos mete al boliche sin pagar la entrada."
En la jerga cusqueña, decir que alguien es gato es llamarlo tacaño, agarrado con la plata y siempre buscando cómo zafarse de pagar hasta el café. Es ese pata que se hace el loco cuando llega la cuenta, se olvida la billetera misteriosamente y nunca tiene sencillo. Y hay que admitir que a veces da risa de lo descarado que es.
"Ese Juan es más gato que nunca, se hizo el olvidado con la billetera cuando tocaba pagar los churros en la plaza y encima dijo que solo tenía para el taxi, qué tal conchudo."
En Apurímac se usa para llamar de forma cariñosa y medio pícara a un amigo o conocido, sobre todo si es medio travieso o siempre anda metido en alguna movida rara. Es como decir compa o causa, pero con ese toque de barrio que suena cercano y un poco malicioso. Y la verdad, dicho bien, suena hasta tierno.
"Oye gato, ayer en la fiesta del barrio te has pasado, casi tumbas la olla de caldo y encima sigues bailando como si nada, estás pero recontra loco."
Término coloquial para referirse a alguien que trabaja en la noche, generalmente ofreciendo compañía a cambio de dinero.
"¡No te sorprendas si la ves siempre de noche con otro coche! Esa loca es todo un gato en su tiempo libre."
En Argentina, gato se usa para hablar de alguien que se dedica a la prostitución o que vive de favores sexuales, a veces con un toque de lujo y farándula. También se tira en chiste para decir que alguien es medio trepador o que se vende fácil por plata o fama. Es bastante despectivo, así que ojo dónde y con quién lo usás.
"Fuimos al boliche en Palermo y cayó el Fede con un traje brilloso, relozazo y champán en la mano, todos diciendo que ahora es alto gato de la noche y que ya ni saluda al barrio."
Apodo para alguien astuto y hábil, que siempre encuentra la manera de salir bien de situaciones complicadas, como un gato que siempre cae de pie.
"Ese Juan sí es todo un gato, se escapó del trancón cogiendo la trocha y llegó antes que todos."
Nombre cariñoso para referirse a alguien que siempre está listo para la joda o para salir de fiesta. Es el alma fiestera del grupo.
"Che, vamos al boliche esta noche. Seguro que el Gato viene y arma el descontrol de siempre."
Forma coloquial y un poco burlona de referirse a alguien que disfruta del lujo pero siempre parece estar sin dinero.
"Mirá al Juan, se compró otro Rolex trucho. Es más gato que los techos de Santa Fe."
En Carabobo, un 'gato' es alguien que siempre aparece de la nada cuando hay comida gratis o una fiesta. Siempre está al acecho, listo para aprovechar cualquier oportunidad.
"Apareció Juan en la parrilla sin avisar, ¡es más gato que Garfield!"