Un hombre mayor que muestra de manera evidente su interés sexual, especialmente hacia personas mucho más jóvenes.

"Oye, Lorena, vámonos de aquí. ¿Por qué? Hay un viejo verde que no para de mirarnos. ¡Qué asco, tía! Sí, vámonos."

Se usa para hablar del señor mayor que anda todo morboso, tirando piropos pasados de tono y mirando a las peladas como si tuviera veinte. No es solo coqueto, es más bien un cansón que incomoda y da pena ajena. En cualquier esquina del barrio hay uno, y todos saben quién es aunque nadie lo diga en voz alta.

"Ahí viene don Ramiro, el viejo verde del barrio, ya va a empezar a decirle cosas subidas de tono a las peladas que están tomando tinto en la esquina."

Un hombre mayor que intenta coquetear con personas mucho más jóvenes, a menudo de manera inapropiada o ridícula.

"Mira al abuelo Salvador, rondando la tiendita con sus piropos y chistes pasados de moda, ¡más vale que nos vayamos antes de escuchar otro de sus poemas de viejo verde!"

Expresión para señalar a un hombre mayor que se pone baboso con la gente más joven, tirando piropos subidos de tono y haciéndose el galán cuando ya no da para tanto. No es solo coqueto, es medio desubicado y pesado. Se usa con tono de burla, de crítica o de advertencia, y hay que admitir que a veces describe demasiado bien a ciertos personajes.

"Mirá a Don Pepe, con la camisa abierta hasta el ombligo y tirándole piropos a las chicas del kiosco, qué viejo verde, ya da más risa que otra cosa."

Un adulto mayor que se comporta de manera lasciva o intenta seducir a personas mucho más jóvenes, a menudo de manera inapropiada.

"Mirá a don Esteban tratando de conquistar a las chicas jóvenes con esos emojis de besito en el grupo familiar. ¡Es un viejo verde digital, decime vos!"

En Tucumán se usa para hablar del señor mayor que se pasa de confianzudo, se cree galán de novela y anda tirando onda a todo lo que se mueve. No es solo coqueto, es medio baboso, medio ridículo, pero a la vez todos en el barrio lo tienen fichadísimo y hasta da un poco de risa ajena.

"Mirá al tío Rodolfo, se puso camisa floreada, se echó medio frasco de colonia barata y ahí anda en la plaza haciéndole ojitos hasta a la estatua, es un viejo verde total."

En Bogotá, 'viejo verde' se refiere a un hombre mayor que intenta mantenerse al día con el reggaetón y da consejos de seducción que resultan más cómicos que útiles.

"Ahí va Julián, cantando reggaetón en el karaoke y dando consejos amorosos que solo provocan risas. ¡Es el típico viejo verde!"

Se usa para hablar de un hombre mayor que va de conquistador y se pasa de lanzado con gente mucho más joven. Suele ser medio baboso, con chistes subidos de tono y miradas incómodas. No es un piropo, más bien una crítica con sorna. Y hay que admitir que la expresión tiene su mala leche pero también su gracia.

"Mira al viejo verde de la esquina, echándole los perros a la chama que podría ser su nieta, con esa barriga cervecera y la camisa abierta hasta el ombligo."

Dícese del hombre mayor que, equipado con sus chistes antediluvianos y pasos de baile fosilizados, asiste a toda fiesta como si de La Movida Madrileña se tratara, intentando ser el Monarca de la Discoteca.

"Ahí está Manolo sacando sus pasitos ochenteros. ¡Ese es el auténtico viejo verde del dance floor!"

Se usa para hablar de un señor mayor que va de conquistador con chicas mucho más jóvenes, casi siempre de forma medio ridícula y pasada de moda. Suele ser el típico que suelta piropos incómodos, se cree irresistible y no pilla las indirectas. Es medio insulto, medio burla, aunque a veces se dice en tono de chiste.

"Chama, viste al vecino de la esquina en la playa con esa licra fosforescente echándole los perros a las carajitas, qué viejo verde tan ridículo, vale."

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