Nombre cariñoso para referirse a alguien que siempre está metido en todos los chismes y sabe lo que pasa antes que nadie.

"Ese Pedro es un sapo, ya sabía que venías a la fiesta antes que yo te lo dijera."

En Venezuela se le dice sapo a la persona que vive pendiente de lo que hacen los demás y va corriendo a contarlo, ya sea por chisme o para delatar a alguien. Es como el típico que no sabe cerrar la boca y se gana mala fama en el barrio, aunque a veces tenga información jugosa, hay que admitirlo.

"Marico, no le digas nada a Luis de la rumba del viernes, ese bicho es tremendo sapo y se lo suelta a tu mamá de una."

En el Biobío un sapo no es el bicho que salta, es la persona copuchenta que se mete en todo, siempre pendiente de la vida ajena. Puede ser el típico vecino que espía por la ventana o el amigo que sabe todos los cahuines del barrio. A veces cae bien porque está informado, pero igual da un poco de lata tanta sapedad.

"El Juanito es tan sapo que cachó el pololeo secreto de la Carla, el cahuín del profe nuevo y hasta cuándo el vecino se fue a comprar completos al carrito de la esquina."

En Antioquia, un 'sapo' no es solo un anfibio; es esa persona que siempre está pendiente de los chismes y suele meter la lengua donde no lo llaman, causando problemas ajenos.

"¡No le cuentes nada a Luis, que es muy sapo y mañana todo el barrio se va a enterar!"

Se le dice a alguien que es chismoso o entrometido, siempre metiendo la nariz donde no lo llaman y echando cuentos de más.

"¡Ay, José es un sapo! Apenas me vio con Carmen ya se fue de boca contando en el barrio."

Un 'sapo' es esa persona que siempre está pendiente de lo que hacen los demás para ir a contárselo a todo el mundo. Es el chismoso profesional.

"Ese Juancito no pierde el tiempo, apenas me vio llegar tarde al trabajo fue a sapearle al jefe."

En Tabasco se usa ¡sapo! como una forma muy local y cariñosa de despedirse, algo así como decir adiós con sabor a río y calorón. Suena a que mandas a alguien a pegar un brinco, pero en realidad es puro buen rollo tabasqueño. Es de esas expresiones que, si no eres de ahí, te dejan con cara de rana confundida.

"Ya quedamos para el pozol y la carne asada el domingo, no te me rajes, compadre... ¡sapo!"

Apodo para alguien que siempre anda metido donde no lo llaman, chismoso o entrometido, que se las sabe todas y le encanta contar los cuentos de los demás.

"Hermano, no le cuentes nada a Jaime, ese man es re-sapo y al rato todo el barrio sabrá qué pasó."

Dícese del chismoso o metiche que no sabe guardar un secreto y siempre anda contando los detalles de las vidas ajenas, como si fuera un noticiero en patas.

"¡Ea pues, mano! José está más sapo que nunca, contó a medio barrio lo que pasó anoche en la fiesta."

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