Tirar oído
Expresión muy de la costa caribeña para cuando alguien se pone a escuchar con toda la atención del mundo una conversación ajena, pero disimulando para que nadie se dé cuenta. Es como ser un espía criollo en chancletas, relajado, pero bien pendiente de cada palabra. Y hay que admitir que la gente que tira oído suele armar buenos chismes.
"Yo estaba tirando oído en la tienda y me enteré que el vecino anda pelado, pero igual va a hacer tremenda rumba el sábado con picada, música a todo taco y hasta mariachis de último minuto"
Estar en la tusa
Expresión muy costeña para decir que alguien está despechado, con el corazón hecho trizas y pegado a la tusa del despecho. Es cuando todo te recuerda a tu ex, hasta el arroz con coco te sabe salado y cualquier vallenato te saca lágrima. Básicamente andas arrastrando la cobija y dando lástima sabrosa, aunque a veces hasta da risa verlo.
"Desde que Marta lo dejó, Pedro no suelta los vallenatos de Diomedes, se toma el tinto sin azúcar y mira al mar todo dramático. Ese man está más en la tusa que político costeño después de perder la alcaldía en plena fiesta patronal"
Arrebatarse
En la Costa Caribe se usa para cuando alguien se deja llevar por la emoción o la rabia y pierde el control, se enciende de una y se olvida de pensar. Puede ser bailando, peleando o discutiendo, pero siempre es ese momento en que la persona se pasa de la raya. Y hay que admitir que a veces es hasta entretenido verlo.
"No le hables de plata a Juancho en plena rumba, que se arrebata, te apaga el picó y termina armando tremendo show en medio de la playa."
Andar como cucarachero
Usado para describir a una persona que siempre está armando un chisme o metiéndose en conversaciones ajenas, como si no pudiese estarse quieto.
"Cada vez que Juana escucha risas en la esquina, ahí va rápido a meter cucharón; anda como cucarachero esa mujer."
La compradera
Expresión muy caribeña para hablar de ese ataque de compras locas que te agarra de repente y no te suelta. Es cuando entras a una tienda solo a mirar y terminas con media quincena gastada. Tiene un punto de posesión demoníaca consumista que da risa, aunque luego duela ver la tarjeta.
"Mija, yo iba pa'l centro solo a pagar un recibo y me agarró la compradera, salí con zapatos nuevos, tres blusas y hasta una licuadora que ni necesito."