En Jalisco, 'echar lengua' significa ponerse a chismear o hablar de más sobre alguien. Es lo que haces cuando te pones al día con los amigos sobre la última novela del barrio.
"No hombre, ayer nos quedamos en la esquina hasta las dos de la mañana echando lengua sobre lo que hizo el hijo de Doña Chonita."
Expresión muy usada para decir que alguien habla un montón, se suelta con los chismes o se le va la boca contando cosas de todo el mundo. No siempre es mala onda, a veces es más bien burla cariñosa, pero sí deja claro que la persona no se queda callada ni aunque le paguen.
"No le cuentes nada a la Chayo, que en cuanto se pone a echar lengua ya todo el barrio de Oaxaca de Juárez sabe tu vida entera, hasta lo que ni tú te acuerdas."
En Bogotá se usa para hablar de chismosear duro, rajar sabroso de alguien o ponerse a comentar la vida ajena con lujo de detalles. Es cuando la conversación se vuelve puro cuento, crítica y risas, casi siempre con cafecito o pola de por medio. No es muy elegante, pero hay que admitir que tiene su encanto venenoso.
"Parce, ayer con las del trabajo nos quedamos hasta la medianoche echando lengua de la jefe, de los ex y hasta del vecino que saca al perro en piyama."
Expresión usada en Falcón para hablar de esas conversas que se alargan más que la cola del pollo un sábado de quincena. Es cuando te pones a chismosear, ponerte al día y soltar cuentos sin freno, y el tiempo se va volando. Básicamente es hablar y hablar con gusto, hasta que la lengua pide vacaciones.
"Íbamos a ver solo un capítulo de la serie, pero terminamos echando lengua en la sala y cuando reaccionamos ya el vecino estaba poniendo las arepas en el budare."
Ponerse a platicar un rato largo y tendido con alguien, chismear o simplemente pasar el tiempo charlando.
"Ayer me encontré al Chuy en la playa y nos pusimos a echar lengua. Se nos fue toda la tarde contando aventuras."
Se dice cuando alguien pasa horas chismeando o platicando, soltando toda la historia como si fuera una telenovela.
"Íbamos a estudiar, pero terminamos echando lengua hasta las tres de la mañana sobre el nuevo novio de Juanita. ¡Ese chisme estaba buenísimo!"
Se usa para hablar de cuando uno se sienta a conversar largo y tendido, sin filtro y con ganas, casi siempre para soltar chismes bien sabrosos. Es como darle rienda suelta a la lengua y ponerse al día de todo el barrio. Y aceptémoslo, a veces es mejor que ver una novela.
"Apenas se fue mi tía, nos sentamos en el porche con café y empezamos a echar lengua sobre los vecinos hasta que se acabó la luz y todavía seguíamos rajando"
Expresión que significa hablar mucho o chismear sin parar. Es el deporte favorito de quienes disfrutan de tener siempre la última primicia.
"¡Deja de echar tanta lengua, que ya toda la cuadra sabe lo que pasó anoche con el perro del vecino!"