¡Qué curada!
Se dice cuando algo está bien chido, sorprende o da risa, como un “qué genial” con sabor norteño. Puede ser por algo impresionante, por una ocurrencia o por una situación medio absurda que te saca la carcajada. Muy común en el noroeste de México, y sí, se pega rápido.
"No manches, el compa llegó en chanclas a la boda y todavía se puso a bailar banda. ¡Qué curada! Hasta la tía se andaba riendo."
Estar fletado
Se dice cuando alguien anda reventado de tanto jale, sin pila y con cara de que ya no da una. Es como estar molido, pero con ese toque norteño de que te traen en friega y ni chance de sentarte. No es que estés triste, es que el cuerpo ya está pidiendo esquina y una coquita.
"No inventes, compa, hoy sí ando bien fletado: me aventé doble turno, el calorón pegó duro y todavía me falta pasar por las tortillas."