Cuando te has dado una panzada de locos y quedaste tan lleno que no te entra ni un alfajor más.

"Amigo, después de ese asado estoy pipón, no me muevo ni aunque estén regalando empanadas en la plaza."

Significa estar satisfecho después de comer, como cuando acabás un asado y sentís que no podés ni moverte.

"Che, después del locro que me clavé estoy pipón, no entro en la campera ni de casualidad."

Decir que alguien está repleto después de un buen atracón de comida. Es ese punto donde comes tanto que solo quieres descansar panza arriba.

"Tras el asado en lo de la abuela, quedé tan pipón que ahora ni me puedo mover del sillón."

Estado de funcionalidad reducida tras una comilona tanbehemótica que ni la Feria puede reactivarte, dejándote como un cohete cuya fiesta ya pasó.

"Después del arroz con bogavante en lo de Manolo, estoy pipón perdido. Ni las palmas pueden levantarse a este sevillano tan feliz."

Expresión para describir a alguien que ha comido tanto que se siente lleno, casi como parte del postre. Usualmente seguido de una siesta obligatoria.

"Después del asado en lo de la abuela, quedé tan pipón que no me levanto ni con música norteña."

En Córdoba se dice estar pipón cuando quedás re lleno después de comer, con la panza a punto de explotar y cero ganas de moverte. También se usa en sentido figurado para decir que estás satisfecho con algo, como con la vida, el laburo o la birra bien fría. Es ese momento glorioso en que solo querés tirarte a descansar.

"Me clavé tres platos de locro, postre y fernet, ahora estoy pipón y si me muevo exploto, así que me quedo tirado en el sillón mirando la novela de la abuela"

Estar tan lleno que te falta un par de corralillos para estar listo para correr al sanfermin como un toro rebozado. Literalmente quedas embutido hasta los cuernos.

"Chico, después de la mariscada, estoy tan pipón que ni todo el encierro del próximo año me hará perder esta panza."

Sentirse completamente satisfecho y feliz después de haber comido como un campeón.

"Después del asado en lo de Juan, quedé pipón. No me entra ni un choclito más."

Se dice que estás 'pipón' cuando te has llenado de comida hasta el tope, casi rodando como una pelota después de un gran almuerzo.

"¡Ché, con tanto arroz con menestra y carne, quedé pipón! Ya no me entra ni un café."

Se dice de estar pipón cuando te has comido tantos churros con chocolate que quedas como una bola en la Casa de Campo, listo para hacer la siesta bajo el sol al más puro estilo madrileño.

"Después del atracón dominguero de churros, estoy tan pipón que no me sacarían ni con grúa del Retiro."

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