Se usa cuando alguien anda salado, con una racha de mala suerte que no se la quita ni bañándose en ruda. Todo le sale torcido, le pasan cosas tontas pero constantes y parece que el universo lo tiene de punto. En Perú se entiende rápido, y en Moquegua más todavía, porque cuando estás piña mejor ni compras lotería.
"Al flaco se le quemó el arroz, perdió el micro por un minuto y encima lo dejó en visto su crush. Ese pata está piña pero piña, mejor que hoy ni salga de la casa."
En Lima se usa para decir que alguien está con una racha de mala suerte brava, como si todo le saliera al revés y siempre le tocara el lado más chueco de la moneda. Es como andar salado, pero con sabor bien limeño. Hay días que uno está piña desde que se levanta y mejor ni apuesta ni se arriesga.
"Hermano, se me malogró el micro, me robaron el celu en la combi y encima llovió justo cuando salí sin casaca, hoy sí estoy piña pero piña mal."
En Trujillo decir que alguien está piña es como decir que anda salado, con la mala racha pegada. Todo le sale mal, le pasan cosas tontas una tras otra y parece que la mala suerte lo persigue a propósito. Es de esas expresiones que dan risa, aunque al que está piña no le haga ni pizca de gracia.
"Hermano, ayer me robaron el celular en la combi, se quemó el arroz y mi flaca me mandó a volar, estoy más piña que nunca, mejor ni salgo de la casa"
Expresión usada para describir cuando alguien tiene mala suerte o todo le sale mal, como si estuviera bajo una nube de infortunios.
"Desde que perdió su cábala, Juan está piña: se le quema el pan, lo mojan los chubascos y encima su perro se escapó."