Expresión burlona usada para referirse al chisme o cotilleo local. Porque seamos sinceros, ¿quién no quiere una vez en la vida ser tarotista del vecino?
"Ya llegué a la carnicería de Doña Mari, lista para mi lectura de cartitas sobre lo que pasó con el compadre anoche."
Dícese del momento revelador cuando, al abrir el tupper de la fiambrera en la oficina, se descubre el contenido y textura sorpresa que preparó tu madre. Comida inesperada pero siempre lleno de curiosidades y sustos al destapar.
"Hoy en la oficina tuve mi 'lectura de cartitas' culinaria: abrí el tupper y tachán, bacalao en su baile semanal con garbanzos. ¡Gracias mamá!"
Entre los grupos de amigos, juega al papel de detective que reúnen todas las capturas de chats y screenshots para montarse la 'película' diaria mientras descifran quién le dejó el corazoncito azul a quién.
"Anoche mi colega organizó tremenda 'lectura de cartitas' en el grupo... ¡No imaginaba que el nuevo del curro era todo un Romeo oculto!"
Acto casi ritual de acudir al bar del barrio para escuchar las actualizaciones amorosas y aventurillas del camarero, conocido experto en asuntos de corazones rotos aunque lleve soltero desde el pleistoceno.
"Me voy al bar de Manolo porque sus "lecturas de cartitas" después del desayuno son mejor telenovela que la de las 7 o'clock."
Se refiere al hábito nocturno de rebuscar mensajes viejos en el móvil cuando no se puede dormir. Porque, bueno, nada mejor que redescubrir dramas y 'te quiero' del pasado para conciliar el sueño.
"Anoche tuve una intensa 'lectura de cartitas' en mi móvil; resulta que mi ex repollo sí había expresado SUS sentimientos una vez."
Así le dicen a cuando tienes que enfrentarte a las citas del banco o cosas serias leyendo mil cartas y detalles legales. Es como ver los mensajes secretos mientras intentas no dormirte.
"Siempre empiezo el día con una 'lectura de cartitas' de todas las facturas... Me siento más adivino que contador."