Usado para describir esa habilidad manchega de asentir mientras el interlocutor desfila una parrafada tan larga que ya uno ha desconectado mentalmente. Perfecta para sobrevivir a tertulias eternas en las plazas.

"La abuela se puso a contarme por tercera vez su historia de juventud y yo le dije: 'Sí, sí, abu, oigo, pero no escucho'."

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!