Utilizada como recurso humorístico para despejar de raíz los dramas innecesarios en el grupito. Es perfecta para cuando uno quiere evitar esas anécdotas kilométricas sobre 'cosas que me dijeron'. Básicamente un pacificador de APACRE (Asociación Para Alejar Chismes Racistas y Extraños).

"Carla viene con su telenovela emocional plena de rodeos. Luis le mandó directo: '¡No rompas las bolas, Car! Todos sabemos que Juan ni te habló.'"

Se utiliza para pedirle a alguien que deje de molestar o de crear problemas innecesarios. Es similar a decir '¡No molestes!' o '¡Déjame en paz!'.

"Che, Ricardo, siempre venís con chismes justo antes de la reunión. ¡No rompas las bolas! La reunión se pone tensa por tu culpa."

Usada cuando alguien actúa de manera innecesariamente dramática, como exagerando la gravedad de una situación que no da para tanto. Ideal para esos colegas que hacen una telenovela de cualquier cosita.

"Mariana se puso a llorar porque perdió un calcetín en el lavarropas. ¡No rompas las bolas! Seguro está en otro cajón."

Expresión utilizada para pedirle a alguien que deje de molestar o fastidiar con comentarios innecesarios o repetitivos.

"Carlos, ¿de verdad tenías que aclarar cómo funciona una alarma? ¡No rompas las bolas, che! Ya sabemos cómo usar el reloj."

Expresión bien uruguaya para decirle a alguien que deje de molestar, de insistir con lo mismo o de hinchar la paciencia. Es como decir ya basta, pero con más picante y bastante menos diplomacia. Se usa entre amigos, familia o en la calle, y conviene no tirarla en contextos muy formales, a menos que quieras armar quilombo.

"Juan, no rompas las bolas con salir si está diluviando, vos estás loco, quedate quieto y pedimos una pizza con muzza y fainá, que está mucho más piola."

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!