Expresión que se usa para indicar que algo o alguien está muy lejos, en un lugar remoto.
"¡Vayamos a su casa! Nah, mejor no, vive en el quinto pino... ya me cansé solo de pensarlo."
Cuando algo está super lejos, como si lo hubieran tirado hasta el fin del mundo y un poquito más.
"Quillo, ¿dónde estás? Estoy aquí en el quinto pino esperando al bus… ¡No hay ni cobertura!"
Se dice cuando algo o alguien está lejísimos, lejos de donde Cristo perdió la chancla.
"Quedamos para vernos, pero me has mandado a una finca que está en el quinto pino. ¡Tengo que coger un bus y tres burros para llegar!"
Se usa para decir que algo o alguien está lejísimos, en la otra punta del mundo o por lo menos donde Cristo perdió la chancla. No es solo lejos, es que te lo piensas dos veces antes de ir. Es una expresión muy usada por todo el país y, siendo sinceros, viene perfecta para quejarse con gusto.
"Tía, el bar ese nuevo está en el quinto pino, he tenido que pillar dos buses, subir una cuesta infernal y aún encima llegar sudando como si viniera de cruzar los Pirineos."
Se dice cuando algo está lejísimos, en la punta del mapa, como para pensárselo dos veces antes de ir. Vamos, que está donde Cristo perdió las sandalias.
"Tío, el chiringuito ese nuevo está en el quinto pino, como para ir andando con esta caló de agosto."