En Murcia echarse un pipirrán es marcarse una pausa rica, relajarse un rato y desconectar del curro o de lo que estés haciendo. Puede ser sentarse a la fresca, picar algo, charlar sin prisas y dejar que el tiempo pase un poco más lento. Vamos, un descansito con sabor murciano, que siempre entra de lujo.
"Tío, después de toda la mañana en la huerta al solazo, nos hemos echado un pipirrán a la sombra del limonero con unas marineras y la cerveza bien fría, y ya casi se nos olvida que hay que seguir currando"