Es como decir chaval, un término de cariño para referirse a los amigos más cercanos. ¡Es el brother del sur peruano!
"Oye churre, ¿has probado las aceitunas de la última feria? Están pa' chuparse los dedos."
En Piura se usa para referirse a un niño o a alguien más joven, casi siempre con cariño, confianza y un poquito de chacota. Es como decir chibolo, pero bien norteño y sabroso. Suena cercano, familiar y a veces hasta medio malcriado, pero con buena onda. Si te dicen churre, es porque te tienen aprecio, aunque te estén vacilando.
"Oye churre, deja el celular un rato y ven a la mesa que tu abuela ya te ha servido tremendo cevichón con chifles y todo, antes que se lo bajen tus tíos sapos."
En Piura se usa para llamar con cariño a un niño pequeño o a alguien muy querido, como ese enano travieso que igual te saca canas verdes pero lo amas. Es una palabra bien piurana, suena cercana, juguetona y un poco cómplice. Es como decir pequeño terremoto adorable, pero con sabor norteño y arena en las sandalias.
"Oye churre, deja de corretear al perro por toda la sala que vas a tumbar la tele y tu mamá me va a jalar las orejas a mí también"
Palabra bien piurana para llamar con cariño a tu pareja, ya sea novio, novia o ese casi algo que ya es fijo pero nadie lo ha dicho. Es como decir mi amor, pero con ese sabor norteño playero, lleno de sol, ceviche y arena en las sandalias. Suena tierno, cercano y un poco pegajoso, pero en el buen sentido.
"Oye churre, apura que el mototaxi ya está afuera y mi vieja se va a rayar si llegamos tarde al ceviche donde mi tía"
Forma cariñosa de llamar a los niños en Piura. Olvídate de 'niño' o 'chiquillo', ¡aquí mandan los churres!
"Oye, churre, deja de hacer tanto alboroto que tu mamá ya te está llamando."
Forma muy cariñosa y bien piurana de referirse al novio, pareja o a alguien especial que te gusta un montón. Suena parecido a churri, pero con sabor norteño, solazo y arena pegada en las chanclas. Es de esas palabras que te sacan sonrisa aunque estés sudando a chorros, y la verdad es que tiene bastante encanto.
"Oe, churre, apura que se va el sol, vamos a la playa a chapotear y luego nos zampamos un cevichito piurano con su chelita bien helena."
En Piura se usa para hablar de alguien muy fan del mar, de la playa y de todo lo que huela a agua, desde un oleaje bravo hasta una llovizna tímida. Es ese pata que siempre quiere ir a Cabo Blanco o a cualquier balneario. No es insulto, más bien una etiqueta cariñosa para el playero empedernido de la mancha.
"Oye, churre, ya fue pues, son las seis de la mañana y tú ya estás con la tabla bajo el brazo buscando olas, ni ha aclarado el cielo y ya pareces pez con ansiedad."