En Chubut, 'changuito' es un término afectuoso para referirse a un niño o nene. También se usa para alguien que siempre está listo para hacer travesuras.

"Mirá a ese changuito, se subió al techo del galpón otra vez. Acá no hay tregua con este pibe."

Es la forma cariñosa y del norte para referirse a un amigo, especialmente si es joven o tiene onda.

"Che, changuito, ¿vamos a pegar una empanada en la esquina y después vemos qué pintó con el asado?"

Forma afectuosa de referirse a un niño pequeño en Salta, similar a decir 'niño' o 'chico'.

"Ese changuito anda por el barrio todo el día, parece que nunca se cansa."

Diminutivo de chico o niño, usado cariñosamente para referirse a cualquier jovenzuelo que anda haciendo travesuras.

"¡Mirá a ese changuito corriendo por la plaza como si no hubiera un mañana!"

En Santiago del Estero se usa para hablar de un niño, casi siempre con cariño y un poco de burla, sobre todo si es medio travieso y no para quieto. Es como decir pibe, gurí o mocoso, pero con tonada santiagueña y onda familiar. Nada que ver con el changuito del súper, aunque a veces el nene es más difícil de manejar que el carrito.

"Che, changuito, dejá de treparte al algarrobo y vení a comer antes de que tu mamá salga con la chancleta en mano y te haga bailar zamba en la vereda."

En Salta se le dice changuito al carrito del supermercado, ese que agarrás pensando que vas por dos boludeces y terminás llenando hasta arriba. Es como tu compañero de crimen en las compras, siempre tentándote a meter algo más. Y hay que admitir que tiene su encanto cuando rueda derecho y no hace ruido raro.

"Fui al súper por un shampoo, agarré el changuito por las dudas y cuando salí parecía que me estaba mudando, hasta comida para el perro del vecino terminé comprando."

Término bien salteño y cariñoso para hablar de un bebé o de un niño pequeño, sobre todo cuando es inquieto, juguetón y medio travieso. Se usa mucho en la familia y entre vecinos, y suena a abrazo con olor a guiso y patio de tierra. Es como decir peque o nene, pero con ese sabor norteño que lo hace más tierno todavía.

"Che, el changuito no paró en todo el día, se subió al algarrobo, se llenó de tierra y ahora quiere seguir zapateando la chacarera en la cocina"

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