Trabajo temporal, medio en negro y por poca guita, que te salva para el fernet, los puchos o la birra del finde. Acá nadie se muere de hambre porque siempre aparece alguna changa, desde cargar cosas en la feria hasta pintar una pared. Es cultura de rebusque total, y hay que admitir que tiene su encanto.
"Che loco, andaba seco y me salió una changa cargando cajones en la feria, así que esta noche compramos vino, picada y armamos alto quilombo en lo de la Pame."
Curro o trabajo temporal o informal que te saca de apuros cuando estás más pelado que un cacahuete.
"Anoche me puse a hacer una changa de DJ en el bautizo de mi primo, ¡recuperé pa' las chelas del fin de semana!"
Es una palabra multiusos que generalmente se refiere a un trabajo ocasional o de corta duración. También puede usarse para cualquier actividad que no sea muy seria.
"Che, estoy buscando alguna changa para juntar unas monedas y salir el finde. ¿Sabés de algo?"
En Neuquén se usa para hablar de una amiga muy cercana, casi hermana de aventuras, con la que compartís mates, chismes y quilombos varios. Decir mi changa es como decir mi compinche fiel, la que está al pie del cañón para lo que pinte. Suena cariñoso, medio pícaro y bien patagónico, y la verdad es que tiene mucha onda.
"Che, hoy pintó asadito improvisado en la costa del río y obvio que cayó mi changa con el termo, la guitarra y mil anécdotas para cagarnos de risa toda la noche"