Se usa para hablar de alguien que está sin un medio, pelado mal, que abre la billetera y solo salen telarañas y recibos viejos. Es el típico pana que no tiene ni pa'l pasaje ni pa' un raspao en la esquina, pero igual se lanza pa' la calle. Y hay que admitir que la palabra suena tan dramática que hasta da risa.
"Marico, invítame la empanada y la malta que ando arrancao desde la quincena pasada y ni pa'l pasaje tengo ya."
Dícese de alguien que está sin un peso, pelado como una mazorca después de la fiesta del pueblo.
"Ya me invitan a rumbear y toca decir que estoy arrancao', hasta el celular tuve que empeñar."
Se usa para hablar de alguien que entra a saco en los planes, que siempre es el primero en llegar a la fiesta y en liarla parda. No se corta, va a tope desde el minuto uno y arrastra a los demás con su energía. A veces agota un poco, pero también da vidilla cuando el ambiente está más muerto que la siesta de un domingo.
"Mira al Sergio, aún están probando el micro y el tío ya está arrancao en medio de la pista, gritando al DJ y sacando a todo el mundo a bailar como si fueran las tres de la mañana."