Expresión típica que se usa para indicar que algo está realmente frío, especialmente cuando el aire helado de la mañana parece cortar como un cuchillo.

"¡Achachay! Con este frío hasta el ombligo me está tiritando."

Expresión usada para expresar frío intenso. ¡Ideal para esas mañanas más heladas que un abrazo de suegra!

"Salí sin chompa y apenas pisé la calle, ¡achachay! Me congelé hasta los pensamientos."

Expresión utilizada para expresar la sensación de frío intenso, como si el clima te estuviera dando un abrazo helado.

"¡Achachay, causa! Parece que hasta las llamas andan buscando frazada con este frío."

Expresión que usas cuando estás muerto de frío, como si hubieras quedado atrapado en una tormenta helada y no puedes dejar de tiritar.

"¡Achachay! Este viento me tiene congelado, mejor nos metemos a un café a calentar motores."

Expresión utilizada para manifestar que se siente un frío repentino, como cuando sales sin abrigo y Cusco decide convertirse en un congelador.

"¡Achachay! ¿Quién dejó la puerta abierta? Parece que estamos en un iglú, hermano."

Expresión muy usada cuando hace un frío intenso que se te mete hasta los huesos, sobre todo si te agarra desprevenido. Viene del quichua y es como el brrr ecuatoriano, pero con más drama y sabor serrano. La sueltas casi sin pensar cuando sales y el viento te pega una bofetada helada en toda la cara.

"Achachay, ñaño, salí sin chompa y este viento está tan helado que hasta el perro del vecino tiembla como gelatina en fiesta patronal."

Interjección muy usada para quejarse cuando hace un frío que cala los huesos, de ese que te deja tieso y con las manos como cubitos de hielo. Es una palabra de raíz quechua que se ha colado en el habla diaria para exagerar lo helado que está el ambiente. Cuando alguien suelta achachay es que el clima ya se puso serio.

"Achachay, hermano, salí un ratito sin chompa y ya siento los dedos como paleta de helado, mejor nos quedamos adentro con un matecito bien caliente"

En Trujillo se usa achachay como queja medio dramática cuando algo molesta, sorprende feo o se vuelve un problema pesado. Es ese sonido que sueltan las tías y las abuelas cuando ven el desorden, la cuenta carísima o la metida de pata del día. No es insulto, pero se siente bien intenso, como un suspiro con ganas de renegar.

"Cuando vi mi cuenta del banco en cero después del tono, solo atiné a decir achachay, qué bestia, ni pa’l pan me dejaron esos desgraciaos."

Expresión quechua muy usada en Cusco para quejarse de un frío intenso, de ese que te cala hasta los huesos y te deja la cara como cubito de hielo. Es como un lamento dramático contra el clima helado, y la verdad es que suena tan exagerado que hasta da risa cuando lo dices tiritando.

"He salido a comprar pan en polo nomás y en la esquina ya estaba temblando diciendo achachay, este frío cusqueño sí que no perdona ni al más valiente."

Expresión utilizada para expresar que hace frío, como si el otoño te mordiera con sus helados dientes. No apta para climas tropicales donde el frío es desconocido.

"Salí sin chaqueta y ¡achachay!, casi me congelo esperando el bus."

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