Se usa en Tacna para decir que alguien llega a un plan o a un viaje con la justa, casi sin plata y sin haber pensado mucho las cosas. Es como aparecer con lo puesto y confiar en que todo se resuelva en el camino. Muy de amigo relajado que se lanza igual, aunque la billetera esté llorando.
"Oye causa, no te vengas en yáquil al viaje, que vamos a parar en la mejor cebichería de Tacna y luego de la jarana nadie te va a estar invitando todo el rato."