Se usa para decir que alguien es exageradamente friolento, de esos que se abrigan como si estuvieran en la Antártida aunque solo corra una brisita. Es muy de la costa norte, donde hace calor pero igual hay gente que se queja del frío por todo. Y la verdad, a veces da risa cómo se empachan de chompas por gusto.
"Mi pata viene con casaca, bufanda y gorro a la playa de Huanchaco porque dice que tiene frío de mango, y el resto sudando como en sauna trujillana."