Se usa en el oriente de Venezuela para decir que algo está malísimo, feo, de pésima calidad o en un estado que da lástima. Puede ser comida, ropa, un plan o hasta una relación. Es como rematar diciendo que no se salva por ningún lado, que está tan malo que provoca reírse para no llorar.
"Chamo, viste la casa que alquiló Juan, techo goteando, baño dañado y sin nevera, esa vaina está vil, ni regalado me quedo ahí."