Se usa para hablar de alguien que está atento a los chismes, metiendo la oreja donde no lo llamaron. Es esa persona que parece antena parabólica humana, cazando cada comentario ajeno. No siempre es mala onda, a veces es puro chusmerío sanjuanino y, la verdad, tiene su gracia cuando después cuenta todo con lujo de detalles.
"Estábamos pelando al profe en el recreo y la Carla ya se había puesto la oreja larga, ahí paradita con el sánguche en la mano, lista para ir con el chisme a medio curso."