Expresión cántabra para decir que te quedas dormido de repente, sin darte ni cuenta, normalmente tirado en el sofá o en la silla después de comer. Es como si el sueño te pegara una emboscada y te dejara frito en cero coma. Muy de siesta traicionera de domingo, de esas que luego no sabes ni en qué año vives.
"Tía, me senté un momento en el sofá después del cocido montañés y la soplarla tan fuerte que me desperté babando y con el gato mirándome raro."