Cuando decides que la razón principal de tu existencia es ir a todas las fiestas habidas y por haber, como un profesional del desmadre.
"Este fin de semana vamos a pachanguear en Playa del Carmen hasta que el cuerpo aguante."
Verbo muy majo para hablar de salir a tomar unos vinos, ir de bar en bar, picar algo rico y dejar que la tarde se alargue sin prisas. Es ese plan de callejeo relajado que empieza tranquilo y acaba en risas y anécdotas. Y oye, cuando se pachanguea bien, el cuerpo lo sabe y lo agradece.
"Esta tarde nos vamos a pachanguear por la Laurel, que llevo toda la semana currando como un animal y me merezco un par de vinicos y unas raciones majas."
Irse de fiesta con toda la energía y ganas, como si no hubiera un mañana. Porque en el Valle, ¡la salsa no espera!
"Anoche nos fuimos a pachanguear al Barrio Obrero y llegué a mi dormitorio con el sol."
Cuando en Puebla decides echarte una buena fiesta con los cuates, armando el despapaye con mucho estilo y sin miedo al qué dirán.
"Ya conseguí la bocina prestada, así que esta noche vamos a pachanguear como si no hubiera mañana."