En México se usa para responder cuando alguien te llama o no entendiste bien lo que dijo. Es como decir cómo, dime o qué pasó, pero con un toque más educado y hasta un poco sumiso. Suena muy de casa mexicana, de mamá, abuela y profe de primaria, y hay que admitir que tiene su encanto peculiar.
"Mande, profe, es que entre el camión lleno, el tráfico y el perro del vecino, ya no escuché qué tarea dejó para mañana"
En Tucumán se usa mande cuando no entendés bien lo que te dijeron o te cayó tan de sorpresa que necesitás que lo repitan. Es como un ¿cómo?, pero con cara de no poder creer lo que escuchaste. A veces suena medio respetuoso, otras es puro desconcierto. Y hay que admitir que tiene su gracia.
"Ayer me dijeron que el profe me aprobó sin rendir final y yo me quedé duro, miré a mi amiga y solté: ¿mande?"
Se utiliza para pedir a alguien que repita lo que ha dicho, o como una forma de mostrar respeto al responder a una llamada o instrucción.
"Estás en la cocina y alguien te llama desde la sala: '¡Juan!' y tú respondes: '¡Mande!'"
Expresión usada por los caleños para mostrar sorpresa o ganar tiempo mientras digieren un chisme jugoso. A menudo se utiliza como preludio a una tormenta de preguntas novelescas.
"Cuando la Lola soltó el cuento fulminante del baile decembrino, todos nos miramos y dije: '¡Mande! Eso suena más emocionante que una tarde en San Andresito.'"
Se usa para expresar desconcierto o incredulidad ante situaciones absurdas o inesperadas, a menudo seguido por una risa nerviosa.
"Cuando me dijeron que Luisito se había casado con su expeluquera, no pude menos que soltar un entusiasmado '¿Mandeeeee? Eso sí que es emprender nuevos rizos en la vida'."
'Mande' se utiliza en Buenos Aires para retomar una conversación después de haber estado distraído, especialmente en redes sociales. Es una forma educada de volver a la realidad con tus amigos.
"Estaba perdido en Instagram cuando Juana me preguntó sobre mi vida amorosa y respondí: 'Mande... pero sí, lo dejé por los gatitos, son más consistentes.'"
Exclamación utilizada para fingir que estabas prestando atención cuando en realidad estabas distraído.
"En medio de la clase, la maestra me preguntó sobre las ecuaciones y mi mente estaba en modo flamenco, así que solo se me ocurrió decir: '¡Mande! Justo estaba pensando en eso... Déjame hacerte el requetecuento.'"
En Valencia, se usa como respuesta evasiva cuando alguien te pide una decisión rápida y no tienes ni idea. A menudo lleva a debates innecesarios o pérdidas de tiempo épicas.
"Juan me preguntó si prefería ir a la mascletà o a las fallas nocturnas y yo solo respondí: 'Mande... es que depende del roce pirotécnico que busques mañana.'"
Expresión utilizada para responder a una llamada o instrucción, a menudo con un tono de ironía o hartazgo, especialmente entre adolescentes.
"Le digo a mi hijo que limpie su habitación, y él me responde arrastrando las palabras: 'Mande... pero si no encuentro ni la puerta con tanto chisme tuyo en cada rincón.'"
La respuesta mexicana por excelencia cuando alguien te llama, como decir '¿Qué?' pero con mucho más flow y educación.
"— Juanito, ¿ya limpiaste tu cuarto? — ¡Mande! Ya casi, mamá... estoy viendo la novela."
En San Juan, 'Mande' se usa de manera sarcástica para indicar que no te importa lo que la otra persona está diciendo o pidiendo.
"Carlos me hablaba de su negocio de alpacas digitales y yo solo le sonreí y le dije: 'Mande, avísame cuando las vacunes virtualmente.'"