En Honduras se usa para hablar de alguien que estudia un montón, que vive pegado a los libros y se mata haciendo tareas y resúmenes. Es como decir que es bien aplicado, pero con ese tono de que ya se está pasando de intenso. A veces suena a burla cariñosa, aunque también hay quien lo dice con pura envidia, la verdad.
"Mirá a la Yessi, se quedó todo el finde maleteando para el parcial y ni vino a la carneada, esa maje ya parece biblioteca ambulante."
Hablar mal de alguien, metiendo chismes o restándole puntos. Es como cargar una maleta llena de bochinches.
"¡Ya te escuché maleteándome en el mercado! Mejor deja la habladera y ven a decírmelo en la cara."
(En fútbol) Fingir una lesión para ganarse tiempo o patrón, cargando el partido con tus 'dolores' cual mochilero lleva su equipo.
"Gonzalo se cayó al suelo por un toque suave y empezó a maletear; son las primeras patadas del minuto uno y ya está en drama Queens stuckies."
En Cauca se usa para hablar de alguien que anda de aquí para allá sin rumbo, cargando líos, chismes o ideas que no llevan a nada. Es como ir por la vida con una maleta llena de boberías, dando vueltas sin avanzar. A veces suena a regaño cariñoso, otras a crítica directa, pero siempre con ese sabor bien costeño.
"Parce, deje de maletear por todo el barrio con ese chisme viejo y venga más bien se toma un tintico y se calma, que ya tiene a todo el mundo mamado."
Describir a aquel turista que lleva tantísimas cosas en la maleta, que pareciera preparar para un viaje a Marte más que una escapada de fin de semana.
"Luis se montó en el taxi con cinco maletas gigantes. ¡Menudo maletear! ¿Viene a comerse unas paellas o a mudarse?"