Expresión chaqueña para decir que uno va al baño a hacer sus necesidades, pero con toda la solemnidad del mundo. Es como convertir el inodoro en un santuario de paz, silencio y reflexión profunda. Suena fino, pero todos saben de qué se trata. Y hay que admitir que la metáfora tiene bastante gracia.
"No jodás, che, corréte del sillón que tengo que ir a hacer el templo antes de que se me venga la revelación divina encima."