Se usa para describir a alguien que está muy cansado, como si hubiera corrido una maratón, aunque solo haya ido al mercado.

"Después de hacer las compras para el asado, quedé hecho leña."

Se usa para decir que algo o alguien está muy cansado, roto o en mal estado. Como cuando te sientes después de una maratón.

"Mae, después de la fiesta de anoche quedé hecho leña. Necesito recargar baterías con un buen gallo pinto."

Se usa para decir que alguien está reventado, destruido, ya sea por cansancio, por una mala noche o porque la vida le pasó por encima como bus urbano en hora pico. Es como decir que estás en las últimas, todo adolorido y sin ganas de nada. Suena fuerte, pero también tiene su punto de drama gracioso.

"Vos no me hablés de salir hoy, después de esa jornada en el mercado quedé hecho leña, apenas y tengo fuerzas para llegar a la hamaca y quedarme frito."

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