Se usa en el sur de Chile para hablar de un frío brutal, de ese que te cala los huesos y te deja la cara tiesa. No es solo fresquito, es clima patagón del duro, ideal para inventar cualquier excusa y quedarse pegado al sillón con la estufa a full. Y la verdad, a veces se agradece.
"Hermano, yo al carrete no voy ni cagando, está cayendo un frío patagón afuera y yo ya estoy instalado con la estufa, la frazada de tigre y el mate listo."