Expresión muy campechana que se usa para decir que hay que ponerle más ganas, energía y sabor a lo que se está haciendo. Viene de la idea de que un mole sin carne está medio triste, así que cuando le metes carne se pone bueno de verdad. Es como decir que hay que ponerse las pilas, pero con sazón costeño.
"Oye, si queremos que el negocio pegue chido en el malecón, hay que meterle carne al mole y no andar flojeando con la publicidad ni con el servicio."