Se dice cuando alguien está haciendo o diciendo cosas locas, como si se le hubieran cruzado los cables.
"¿Ya viste a Paco? Anda bailando en medio de la calle con el sombrero al revés. Yo creo que le falta un tornillo."
Se usa cuando alguien está medio chiflado, hace cosas raras o toma decisiones que no hay por dónde cogerlas, como si en la cabeza le faltara una pieza importante. No es un insulto hardcore, es más bien una forma medio cariñosa de decir que a esa persona se le va un poco la olla, y hay que admitir que a veces tiene su gracia.
"A Juan le tiene que faltar un tornillo si piensa que va a pescar truchas en mitad de Logroño con esa caña del chino y un cubo de plástico todo roñoso."