Se usa cuando alguien de pronto se pone muy creído, se siente la gran cosa y empieza a tratar a los demás como si fueran menos. Es como si se le subieran los humos bien feo y se le olvidara de dónde viene. Es medio burlona la expresión, porque deja claro que el ego se le disparó durísimo.

"Desde que fue a la capital, el Regino se anda echando un subidón bien machín, nomás porque se tomó un café caro ya se siente licenciado de la Roma."

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