Se usa para hablar de una siesta corta pero gloriosa, de esas que te tumbas un rato y te levantas nuevo, aunque igual ni sabes en qué año vives. Es como un pestañazo turbo después de comer, sin llegar a la siesta oficial. Suena tierno, pero ojo, que engancha cosa mala.
"Voy a echar una ciruelita antes de bajar al poteo, que como vaya con esta cara de zombie la cuadrilla me manda directo a la cama de la amama."