Expresión bogotana para cuando alguien se pone meloso y lanza flores a lo loco para impresionar o conquistar. Es hablar bonito, medio empalagoso, para ver si el otro cae rendido. A veces suena sincero, a veces puro teatro, pero igual uno termina medio sonriendo. Y hay que admitir que a veces funciona mejor que un ramo de rosas.

"Uy, vea a Camilo echándole caramelo a la profe, hasta le dijo que sus ojos parecían dos esmeraldas de Zipaquirá, qué lambón tan nivel dios."

Se usa cuando alguien empieza a soltar halagos, palabritas dulces y chamuyo fino para conseguir algo, ya sea ligar, pedir favores o salir bien parado de un lío. Es como envolver la intención real en azúcar verbal. A veces funciona de lujo, pero también huele a cuento chino a kilómetros, así que ojo con los expertos.

"No le creas tanto a Diego, cada vez que necesita plata empieza a echar caramelo, te dice reina, te trae chocotejas y al final terminas prestándole hasta para el mototaxi."

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!