Se usa cuando alguien ya va casi a terminar algo y le falta solo ese empujoncito final para rematar chido. Es como decir ponle la última dosis de esfuerzo para que quede bien hecho y no a medias. Muy de cuando andas cansado pero ya estás a nada de acabar, así que ni modo, a echarle la gota.

"Ya casi acabas la chamba, nomás échale la gota y al rato nos lanzamos por unas quesadillas de canasta bien grasosas al centro."

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