Se usa para hablar del que siempre acaba siendo el protagonista del lío, el que la arma sin querer o queriendo y termina en el centro del salseo. Puede ser el gracioso del grupo o el que mete la pata una y otra vez. Vamos, que si hay movida, tarde o temprano él va a ser el ramo.

"Quillo, fuimos a tomar una caña tranquilos y al final acabamos en comisaría porque Manolo, que es el ramo, se puso a vacilar al segurata del bar."

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