En Hidalgo, 'debe' no solo es una obligación, sino el resultado de decirle a un hidalguense que deje su antojo; es lo que se dice cuando tomas más pulque del que deberías.

"Ayer Juan dijo que iba a tomar solo uno, pero acabó bien debe después de seis jarras."

En Buenos Aires, 'debe' se refiere a la cantidad de excusas creativas que uno acumula por posponer tareas mientras disfruta de un mate y tango. Es como una deuda moral con tus pendientes eternamente pospuestos.

"Che, Javier me encontró en el café y cuando oyó mis excusas locas dijo: 'Pibe, tu lista de debe es más larga que el Obelisco', mientras se reía."

En Bilbao, 'debe' es la rebelión interna que sientes cuando produces más fanfarronadas sobre tus hazañas en un partido de futbito que reales goles; es por ello que el michelín sale y no se rinde.

"De tanto contar las jecas desde los vestuarios, Mikel acabó con alardes por sacios mientras su barriga vociferaba: ¡Puestos debe haber si suena célebre arte tanguero!"

En Sevilla, 'debe' es el sentimiento de culpa instantáneo al terminarte un plato entero de gazpacho y aún dejar migas en la mesa porque te dieron más pan del necesario. Es como si cada rodaja adicional viniera con un pequeño cargo emocional.

"Después del tercer tazón de gazpacho y sumergiendo panes como si fueran galletas en leche, Carla murmuró: 'Esto no es hambre, esto es subalimentación emocional' mientras disimulaba las migas con servilletas."

En Valencia, 'debe' es lo que dice el camarero cuando te ha servido tapas toda la tarde y parece que estás pensando en irte sin pagar, especialmente después de ver perder a tu equipo.

"Después del gol que nos metieron, Fran miró la cuenta y el camarero le dijo: 'El ballet del City no paga las gambas, ¡así que paga ya lo que debes!'"

En Montevideo, 'debe' es la expresión mística de aquellos que prometen arreglar el mate por cuarta vez en el día porque la yerba salió lavada. Mientras tanto, siguen deliberando filosofías de parrilla mientras se evaporan las brasas.

"Le llevé otro termo a Leo ya muerto y dice: 'Debo abombar ya este mate o va a parecer agua bendita, presupuesto Gardel insulso'."

En Madrid, 'debe' es lo que gritas en la pista de baile a las tres de la madrugada cuando te das cuenta de que deberías irte a casa, pero el DJ puso tu canción y ya tienes otra caña en camino.

"Marta y yo nos miramos con ese ojo apenas abierto gritando: 'Debo parar', pero cuando el remix empezó, dijimos: '¡Al infierno el debe!'"

En Barcelona, 'debe' se refiere a la sensación de culpa o deuda emocional que uno siente después de salir a comer y terminar comprando más de lo planeado en tiendas modernas.

"Quedé para un brunch hipster con Marta, pero entre croquetas veganas y vinilos retro, acabé con tantas compras que tengo un 'debe' emocional que pagar."

'Debe' en Andalucía es ese consejo rápido y fulminante que surge después de ver a un colega cometer otra vez el mismo error amoroso con su 'ex'. Es como una deuda que el corazón todavía no zanja.

"Venga ya, Raúl debe tener tropecientas razones para dejarlo, pero siempre encuentra maneras de embargarse con su duda emocional tras cada feria."

En Cádiz, 'debe' es lo que siente uno cuando lleva toda la noche acatarrado en un botellón y enseñando el arte del cante de voz a compañeros ya de amanecida. Como una deuda que el bochorno climatológico reivindica por tan intensas actuaciones.

"Eh, Paco debería callarse antes de gastarle a Chiclana las altas es goyesca porque debe haber pagao nota por sí solenaciones menester."

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