Se utiliza para referirse de manera cariñosa a los niños, o a alguien más joven con quien se tiene confianza.
"¡Ey, chamito! Deja de jugar un rato y ven a comer, que la abuela se va a molestar."
En Barinas le dicen chamito a los niños pequeños, esos enanos mandones que creen que la casa es su reino y los adultos son sus súbditos. Se usa con cariño, medio burla medio ternura, para hablar de los críos que arman show por cualquier cosa. Y hay que admitir que a veces dan risa con sus dramas de telenovela.
"El chamito armó un berrinche tan bravo en el abasto que salimos con helado, galletas, jugo y hasta un carrito de juguete, y todavía seguía haciendo pucheros."
Palabra muy caraqueña y venezolana para referirse de forma cariñosa a un niño, chaval o adolescente. Puede sonar tierno o medio vacilón según el tono, pero casi siempre lleva cariño detrás. Es de esas palabras que te delatan de dónde eres y que, bien usada, suena cercana y con bastante sabor de barrio.
"Ese chamito del edificio se la pasa jugando fútbol en la calle y ya dice que va a ser más famoso que Messi, pero ni aguanta diez minutos bajo el sol de Catia."